Al inicio del año, los ETFs globales captaron 62.300 millones de euros, según los datos del último informe de Amundi realizado con los datos de finales de enero. La gestora destaca que los inversores se decantaron ligeramente más por la renta fija que por la renta variable, con 32.400 millones de euros y 28.600 millones de euros, respectivamente.
“El mercado estadounidense de ETFs acaparó 41.500 millones de euros, mientras que el mercado europeo de ETFs UCITS atrajeron 18.500 millones de euros de suscripciones netas. El mercado asiático de ETFs fue ligeramente positivo”, destacan. Además, a escala mundial, las tres estrategias más populares fueron las de renta variable global, emergente y europea, con unos 5.000 millones de euros cada una.
Por el contrario, la renta variable growth de gran capitalización registró salidas de 5.500 millones de euros, mientras que los bonos ultracortos y el sector de la renta variable tecnológica perdieron 3.200 millones de euros y cerca de 2.000 millones de euros, respectivamente.
Flujos europeos
“Aunque los flujos globales de enero fueron buenos más que excepcionales, se produjo un fuerte repunte del mercado europeo de ETFS UCITS con un incremento para esta clase de activos de 9.700 millones de euros este mes. No se trata de una cifra récord, pero sí de una mejora considerable con respecto a finales del año pasado, cuando los flujos rondaban los 4.000 millones de euros”, señalan desde Amundi.
En concreto, este mes, la renta variable de los mercados emergentes fue la estrategia más popular, con una suma de 4.600 millones de euros, repartidos a grandes rasgos entre índices generales y países, con ganancias de 2.100 millones de euros y 1.900 millones de euros, respectivamente. Además, China fue el país más popular, con 1.700 millones de euros, ya que los inversores se están decantando por este país al haberse relajado las restricciones respecto al COVID-19.
Según explica la gestora en su informe, los inversores mantuvieron la tendencia a largo plazo de asignar fondos a los índices globales de los mercados desarrollados, que sumaron 1 900 millones de euros. También destaca que la renta variable ESG continuó su tendencia positiva, sumando 3.300 millones de euros en enero. “La renta variable ESG de mercados emergentes fue la estrategia más popular, añadiendo 1.300 millones de euros, equivalentes al 28% de la asignación total a esta región. Se trata de la asignación más rápida a renta variable de mercados emergentes ESG registrada en enero”, señalan desde Amundi.
Por último, los datos muestran que las tendencias en smart beta reflejaron los recientes rallies del mercado, con suscripciones de 700 millones de euros, mientras que las estrategias de volatilidad mínima perdieron unos 600 millones de euros.
En el caso de la renta fija, los inversores asignaron 8.900 millones de euros a ETF UCITS. Destaca que los ETFs de deuda corporativa investment grade obtuvieron 4.900 millones de euros, mientras que los ETFs de deuda pública atrajeron 2.900 millones de euros. Además, el high yield y la deuda agregada sumaron 900 millones de euros, respectivamente.
“La asignación por parte de los inversores de unos 5.000 millones de euros a deuda corporativa investment grade representa un repunte de la popularidad de esta clase de activos en los últimos meses. Los inversores mantuvieron la tendencia de los últimos meses a favor de los bonos corporativos denominados en euros, asignando 3.400 millones de euros a esta clase de activo y 900 millones de euros a la deuda denominada en dólares”, explican desde Amundi.
La gestora considera que al disiparse la preocupación por el encarecimiento de los préstamos, los inversores han vuelto a la renta fija y, en particular, a los bonos corporativos. “Aunque que en 2022 empezaron a seleccionar duraciones cortas, ahora parecen cómodos con casi todos los plazos de vencimiento. Los inversores también han seguido deshaciendo sus posiciones inflacionistas con nuevas salidas de 600 millones de euros este mes”, apuntan.
Por último, la ISR sigue siendo tendencia entre los ETFs de renta fija: los inversores asignaron 2.100 millones de euros a estrategias de renta fija ESG, de los que 1.400 millones correspondieron a compañías investment grade, lo que equivale al 29% de las entradas totales en esta clase de activos.