John Ford es el director mundial de inversiones del área de Asia-Pacífico de Fidelity Worldwide Investment. En esta entrevista, explica que Japón podría estar menos expuesto a una corrección en los precios de los activos, ya que su evolución responde a un conjunto de catalizadores distintos, fundamentalmente las reformas impulsadas por el primer ministro Abe. China es una apuesta interesante, especialmente a medio plazo y aunque a corto plazo carezca de fuertes catalizadores. En divisas considera que la dirección de la mayor parte de los mercados asiáticos seguirá dependiendo de los datos estadounidenses.
P: ¿Cómo ve los últimos acontecimientos de japón?
JF: Japón está desconectado de otros mercados debido a las potentes medidas de política monetaria del país y ciertamente nadie puede afirmar que esté viviendo una burbuja en los precios de sus activos. Más bien el contrario, ya que las valoraciones se mueven en torno a mínimos de 20 años si descontamos la crisis financiera; así, el precio-valor en libros es de 1,2 veces y el PER es de 12,5 veces.
Esto sugiere que Japón podría estar menos expuesto a una corrección en los precios de los activos, ya que su evolución responde a un conjunto de catalizadores radicalmente distintos, fundamentalmente las reformas impulsadas por el primer ministro Abe. Han aparecido algunas señales positivas en el importantísimo frente de las reformas estructurales, la denominada «tercera flecha». La política económica, sobre todo la «Revisión Ito», que es similar a la «Revisión Kay» británica, y el interés del fondo de inversión de las pensiones públicas por la rentabilidad sobre el capital a través de su impulso a un nuevo índice de renta variable basado en este indicador, se combinan para dar lugar a unas perspectivas positivas.
P: ¿Cómo ve a China actualmente?
JF: China es interesante, especialmente a medio plazo. No obstante, el mercado carece de catalizadores a corto plazo y hemos visto algunos malos datos en los PMI. Esto introduce la idea de la «put de China»: si existen problemas en el mercado de la vivienda o si la producción manufacturera se ralentiza o si el crecimiento económico decepciona, los inversores creen que hay muchas probabilidades de que el gobierno aplique nuevos estímulos que creen un suelo para el mercado. Aparte de eso, creo que es improbable que veamos muchos avances hasta que haya más certidumbre en torno a la actividad económica en EE.UU., combinada con la resolución de las inquietudes residuales en torno al sistema bancario y el mercado de la vivienda.
El mercado está ligeramente deprimido en estos momentos y estamos viendo una gran cantidad de emisiones de acciones que se encuentran con una demanda relativamente baja. En el lado positivo, el aspecto interesante de la corrección que han vivido los valores de Internet, que se vieron muy penalizados en el primer trimestre, es cómo se han recuperado de sus pérdidas, por lo que esta área del mercado está demostrando ser bastante resistente. En conjunto, seguimos creyendo en las perspectivas a largo plazo de China y estamos encontrando buenas ideas en valores de este mercado, que sigue siendo una sobreponderación clave en nuestras carteras regionales.
P: ¿Y el conjunto de la región de Asia-Pacífico?
JF: En líneas generales, se puede afirmar que no se ha visto una dirección clara en los mercados de la región. A pesar de ello, si excluimos a China los mercados de Asia-Pacífico han registrado compras netas de inversores extranjeros durante los últimos 4 meses (con la excepción de Tailandia, debido a la agitación política).
En el plano de las divisas, el dólar estadounidense ha estado relativamente fuerte y las divisas de la región han dado muestras de debilidad. En Australia, estamos empezando a ver una disociación de la divisa australiana y la china. De cara al futuro, la dirección de la mayor parte de los mercados asiáticos seguirá dependiendo de los datos estadounidenses.