En opinión de la SEC, dado que la ESG puede significar cosas diferentes, el cumplimiento de la legislación federal sobre valores exige que los gestores de activos describan con precisión a qué se refieren cuando ofrecen un fondo o producto de este tipo. Así lo ha expresado Mark T. Uyeda, comisario de la SEC, durante la reunión del California ‘40 Acts Group, foro destinado a debatir asuntos que afectan al sector de la gestión de inversiones.
“El marco regulador existente es adecuado para orientar la conducta de los asesores de inversión. Cualquier nueva regulación debe tener cuidado de no inclinar la balanza a favor de ninguna causa política o social en particular, y la adhesión al marco establecido de centrarse en la materialidad financiera seguirá sirviendo bien a los inversores”, lanzaba como principal conclusión Uyeda en su intervención.
Se espera que los activos ESG globales superen los 50 billones de dólares en 2025, lo que representaría más de un tercio del total de activos globales proyectados. Para poner esto en perspectiva, el comisario destacó que los activos ESG solo cruzaron el umbral de los 35 billones de dólares en 2020 y en 2021, los activos invertidos en fondos de inversión y fondos cotizados con temática ESG aumentaron a 2,7 billones de dólares a nivel mundial.
“Los productos ESG suelen cobrar comisiones más elevadas que los productos más sencillos. A nivel mundial, los ingresos por comisiones de los fondos de temática ESG aumentaron de 1.100 millones de dólares en 2020 a 1.800 millones de dólares en 2021. Promocionar un producto como ESG es bueno para el negocio. El incentivo para que los gestores de activos etiqueten cualquier producto como ESG dificulta el cálculo de los verdaderos activos gestionados en fondos ESG”, ha indicado Uyeda.
Sin embargo, añadió que, en 2022, una empresa de calificación ESG retiró a más de 1.200 fondos su designación «ESG» porque “no integraban los factores de forma determinante en la selección de inversiones. En conjunto, estos fondos tenían activos gestionados por valor de más de 1 billón de dólares”.
En este contexto, Uyeda advierte que es difícil determinar exactamente qué significa ESG, por lo que es difícil identificar cuándo una estrategia de inversión ESG está correctamente etiquetada como tal. “Afortunadamente, las leyes federales de valores están diseñadas para abordar situaciones en las que un asesor de inversiones comercializa una estrategia particular a clientes y clientes potenciales”, insistía.
Enfoque y visión legislativa
En este sentido, y conforme a ley norteamericana, un asesor solo puede seguir una estrategia de inversión ESG si el cliente expresa su deseo de seguir dicha estrategia después de recibir una divulgación completa y justa sobre las características más destacadas de la estrategia, incluido el perfil de riesgo y rentabilidad de la estrategia.
“Un enfoque regulador sencillo trataría la inversión ESG como cualquier otra estrategia de inversión y aplicaría este marco bien establecido, en lugar de imponer una regulación específica ASG. La inversión ASG se complica por tres factores. En primer lugar, la imposibilidad de definir objetivamente «ASG» o cualquiera de sus componentes. Segundo, la tentación de colocar los dedos de los reguladores en la balanza a favor de metas u objetivos ESG específicos. Y tercero, el deseo de ciertos gestores de activos de utilizar los activos de los clientes para perseguir objetivos relacionados con ESG sin obtener un mandato de los clientes. Un análisis en profundidad de estos factores revela la dificultad de establecer marcos reguladores específicos en materia de ASG”, reconoció el comisario de la SEC.
En Estados Unidos, los esfuerzos reguladores tienden a dirigirse a los gestores de activos y otros fiduciarios más que a las empresas de calificación ESG. Pero en los limitados esfuerzos realizados hasta la fecha, los reguladores han encontrado que abordar ESG es bastante difícil.
Actualmente, en la Comisión, hay abiertas tres propuestas de normas intentan abordar las cuestiones ESG: una dirigida a los emisores corporativos, otra dirigida a los asesores de inversión y a las sociedades de inversión, y otra dirigida al uso por parte de las sociedades de inversión de ESG en el nombre de un fondo.
“Estas propuestas se suman a los requisitos existentes en virtud de las leyes federales de valores para divulgar información precisa sobre cómo se invierten los activos de los clientes. ¿Son necesarios estos requisitos de divulgación únicos y altamente prescriptivos dirigidos específicamente a las estrategias de inversión ESG? Las normas actuales otorgan a la Comisión autoridad suficiente para emprender acciones coercitivas contra los asesores y fondos que incurran en greenwashing. Además, algunos de los requisitos de divulgación propuestos para los asesores y fondos de inversión estarían vinculados a divulgaciones propuestas aún por adoptar por parte de los emisores corporativos. Cabe pensar que la secuencia adecuada de estas normas será de gran importancia”, destacó Uyeda.