Casi seis años después de la caída de Lehman Brothers y de la extensión de la crisis financiera global, la atención se centra en las consecuencias únicas que está teniendo una política monetaria más relajada en el mundo desarrollado. En referencia a este contexto Paul Hatfield, director de inversiones de Alcentra, y Paul Brain, líder de renta fija en Newton, comparten su visión y expectativas sobre la inflación en un reciente informe.
“Esperamos que la inflación se mantenga por debajo de niveles históricos en EE.UU. y Gran Bretaña. La economía global continuará manteniendo un crecimiento moderado en el mundo desarrollado mientras los BRIC (Brasil, Rusia, Indica y China) se enfrentan a retos reales. Sobre todo, consideramos que la expectativa inflacionaria se mantiene equilibrada en ambos casos aunque también ha habido datos excepcionales. Por ejemplo, los datos sobre China han sido confusos en los últimos meses, lo que ha contribuido a suavizar el comportamiento de la inflación, aunque se espera que se normalice a lo largo de este año. Por otro lado, la agresiva política monetaria de Japón está teniendo un impacto modesto, aunque positivo, en el sector privado”, comenta Hatfield.
Al aplicar esta perspectiva a los mercados de renta fija, Hatfield observa que “una caída de los precios podría contribuir a mejorar el coste estructural de algunas compañías pero también a aumentar el endeudamiento real de los emisores de deuda high yield. Esto podría crear un estrés financiero real en el mercado europeo de alta rentabilidad, especialmente entre estructuras débiles de capital y las destinadas a aumentar los impagos corporativos. Es raro que éstos se aceleren pero también es cierto que podrían ser fuente de preocupación en el medio plazo. Además, las emisiones de alta calidad podrían beneficiarse de la deflación, aunque una situación prolongada podría tener un impacto negativo en algunas economías y en el valor del crédito de los diferentes emisores en el sector. Como conclusión podemos decir que, mirando hacia adelante, será crítico seleccionar bien el crédito a la hora de invertir.”
Por otro lado, Paul Brain, líder de renta fija de Newton, predice en este informe que no habrá un cambio inmediato en la inflación debido a la reestructuración de los sistemas bancarios en Gran Bretaña, Europa y EE.UU. En este sentido, señala Brain, “aún hay riesgo de que, si falla la recuperación, acabemos preocupados por la deflación. Aunque en el precio de los activos sí estamos viendo la inflación como una consecuencia de las políticas monetarias aplicadas. Desde la caída de la bolsa americana (S&P) en 2009, el mercado de renta variable americano ha crecido un 180%. Este crecimiento de los activos ha dejado atrás la recuperación de la economía”.
Además, agrega que “nuestra visión sobre la inflación es cauta y el atisbo de un riesgo de este indicador nos ha permitido evaluar las denominadas ‘consecuencias inevitables’ de una política monetaria relajada. También debemos considerar los efectos positivos de los bajos tipos de interés y de un crecimiento económico lento, lo que demuestra que es bueno mantener una distancia de seguridad frente al crédito corporativo. En cualquier caso, consideramos que habrá un ajuste de la exposición a deuda durante este año para aumentar las expectativas de crecimiento de los tipos de interés. Este ajuste podría implicar una mayor ponderación de activos ligados a la inflación y emisiones de tipo de interés variable.”
Hatfield concluye que “tendremos una imagen variopinta sobre la evolución de la inflación a lo largo de 2014. EE.UU parece asentarse, Gran Bretaña está en el medio y la Eurozona es imprevisible, de hecho, mantiene un riesgo continuado de deflación«.
Además de la visión de Alcentra y Newton, el informe sobre la evolución de la inflación incluye la opinión de otras gestoras que forman parte de BNY Mellon como Insight, Meriten, Standish y The Boston Company.
En este link podrá consultar el informe completo.