La Comisión de Bolsa y Valores anunció (SEC, por sus siglas en inglés) ha presentado cargos contra Danske Bank, corporación multinacional de servicios financieros con sede en Dinamarca, por engañar a los inversores sobre su programa de cumplimiento contra el lavado de dinero (AML) en su sucursal de Estonia y no revelar los riesgos planteados por las deficiencias significativas del programa. Por ahora, Danske Bank ha acordado pagar 413 millones de dólares para resolver las acusaciones de la SEC, pese a que el acuerdo entre ambas entidades alcanza los 2.000 millones de dólares.
Según la denuncia de la SEC, cuando Danske Bank adquirió su sucursal estonia en 2007, sabía o debería haber sabido que una parte sustancial de los clientes de la sucursal estaban realizando transacciones que tenían un alto riesgo de implicar blanqueo de capitales; que sus procedimientos internos de gestión de riesgos eran inadecuados para prevenir dicha actividad; y que sus procedimientos de AML y de Conozca a su Cliente no se estaban siguiendo y no cumplían con las leyes y normas aplicables.
En este sentido, la SEC alega que, entre 2009 y 2016, estos clientes de alto riesgo, ninguno de los cuales era residente en Estonia, utilizaron los servicios de Danske Bank para realizar transacciones sospechosas por valor de miles de millones de dólares a través de Estados Unidos y otros países, generando hasta el 99% de los beneficios de la sucursal estonia. La denuncia alega además que, “a pesar de que Danske Bank conocía estas transacciones de alto riesgo, hizo declaraciones materialmente engañosas y omisiones en sus informes a disposición del público afirmando que cumplía con sus obligaciones AML y que había gestionado eficazmente sus riesgos AML”. Según indica el comunicado de la SEC, cuando se hizo evidente el alcance de los fallos de Danske Bank en materia de lucha contra el blanqueo de capitales, el precio de sus acciones cayó en picado.
“Las empresas que captan fondos del público deben revelar información sustancial a los inversores, que luego deciden qué riesgos quieren asumir. Ese es el trato básico de nuestras leyes sobre valores y se extiende a los emisores extranjeros como Danske Bank, que trató de acceder a nuestros mercados de capitales, a pesar de que sus valores no estaban registrados en la Comisión. Pero como se alega en nuestra denuncia, Danske Bank rompió repetidamente ese acuerdo al engañar a sus accionistas, incluidos los inversores estadounidenses, diciendo que tenía fuertes controles contra el blanqueo de capitales, al tiempo que ocultaba sus importantes deficiencias de control y fallos de cumplimiento”, ha explicado Gurbir S. Grewal, director de la División de Cumplimiento de la SEC.
En definitiva, la denuncia de la SEC acusa a Danske Bank de violar las disposiciones antifraude de la Ley del Mercado de Valores de 1934. Por su parte, Danske Bank se ha ofrecido a resolver los cargos de la SEC consintiendo en que se dicte una sentencia definitiva en el Tribunal de Distrito de EE.UU. que le prohíba permanentemente cometer futuras infracciones y le ordene pagar 178,6 millones de dólares en concepto de indemnización, 55,8 millones de dólares en concepto de intereses de demora y 178,6 millones de dólares en concepto de multa civil. La SEC considerará satisfechos el desembolso y los intereses de demora mediante el decomiso y la confiscación ordenados en causas penales paralelas. Además, Danske Bank ha acordado pagar más de 2.000 millones de dólares como parte de una resolución integrada y global con la SEC, el Departamento de Justicia, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y la Unidad de Delitos Especiales de Dinamarca.