La recuperación del atractivo de la renta fija parece haber generado una fiesta entre los gestores. Sin embargo, Marco Meijer, responsable de renta fija para Mediolanum International Funds (MIFL), se muestra cauto. Si bien considera que es el momento de aumentar la asignación en esta clase de activo, advierte que no hay que precipitarse y “dejar espacio para añadir más después”. En su última entrevista en Funds Society nos ha explicado cómo ve él es “vuelta a la renta fija”
¿Qué deben tener en cuenta los inversores para volver a los activos de renta fija en sus carteras?
El enemigo número uno de la renta fija es la inflación. En Mediolanum creemos que ha tocado techo en la mayoría de los países y que esto permitirá que pronto los Bancos Centrales hagan una pausa para poder ver con perspectiva el efecto que han tenido las subidas de tipos hasta ahora. El principal riesgo para 2023 es que la inflación no baje lo suficiente hacia sus objetivos, es decir, el 2% en Europa. Una desaceleración económica combinada con una inflación rígida ejercería una fuerte presión sobre las partes más arriesgadas del universo de la renta fija.
¿Cree que la política de los bancos centrales seguirá siendo un «aliado» para mantener el atractivo de la renta fija?
Hasta 2021 muchos Bancos Centrales trataron deliberadamente de hacer poco atractiva la renta fija, presionando a la baja los rendimientos de la deuda pública, con el objetivo de que el dinero fluyera hacia la economía real. Ahora vamos a ver como esta situación se invierte gradualmente, en el llamado Quantitative Tightening (QT). En Europa, el BCE deberá hacerlo sobre todo de forma pasiva, no reinvirtiendo los bonos que venzan. Esto significa que tendrán que aumentar menos los tipos de interés oficiales.
En este sentido, ¿qué papel pueden desempeñar en las carteras de cara a 2023?
En 2023, una de las funciones principales de las carteras será la estabilidad de los mercados financieros. El BCE ha asegurado que no permitirá una volatilidad injustificada. En la práctica, esto significa que hay menos riesgo a la baja en los bonos gubernamentales de los países con altas cargas de deuda. Sin embargo, el listón para activar este apoyo es muy alto. Ya vimos cómo el Banco de Inglaterra intervino a regañadientes en septiembre tras una tensión extrema en la parte más larga de la curva en el mercado de Gilts.
Hablamos de la renta fija en general, pero ¿qué activos concretos le parecen más atractivos?
En este momento, vemos atractivo en la parte larga de la curva del mercado de deuda pública europea, pero creemos que podría haber mejores niveles de entrada en el crédito investment grade a principios del próximo año. Somos cautelosos con los bonos corporativos high yield, dada la incertidumbre sobre las perspectivas económicas y constructivos con respecto a la deuda soberana de los mercados emergentes, tanto en divisas fuertes como en divisas locales selectivas, especialmente en aquellos países de mercados emergentes en los que los bancos centrales movieron sus tipos de interés oficiales por encima de la inflación.
¿Qué pasa con los bonos corporativos de los mercados emergentes, una clase de activos que muchos gestores han identificado como una opción atractiva?
La historia demuestra que, en caso de desaceleración mundial, los bonos corporativos de los mercados emergentes no se comportan tan bien como los bonos soberanos. Desde MIFL, creemos que es demasiado pronto para incrementar los corporativos de mercados emergentes.
Vemos que la subida de tipos puede hacer más rentables ciertos activos de renta fija, pero ¿qué pasa con el crédito? ¿Existe el temor de que aumenten los impagos?
Sí, hay cierto riesgo para los créditos que pueden tener dificultades para renovar la deuda que vence con rentabilidades más altas, y es poco probable que volvamos a la financiación barata de la era COVID-19. Aunque no esperamos muchos impagos, somos cautelosos con los bonos corporativos high yield.
En este sentido, ¿cuáles son sus expectativas para el grado de inversión y el alto rendimiento en 2023?
El investment grade (IG) debería generar rentabilidades positivas el próximo año. Aunque los diferenciales de crédito de los IG pueden correr el riesgo de ampliarse, el tipo subyacente libre de riesgo debería caer, en nuestra opinión. El high yield ofrece una propuesta de riesgo/recompensa menos atractiva en este momento, ya que el componente de crédito es mucho mayor.
Por último, dado que algunos inversores se han alejado de la renta fija, ¿qué estrategias cree que son las más adecuadas para volver a introducir la renta fija en la cartera?
En este momento, creemos que las rentabilidades de los bonos son más atractivos en el espacio soberano que en el corporativo, tanto en los países desarrollados como en los emergentes. Nadie sabe a ciencia cierta si las rentabilidades de los soberanos han tocado techo, pero es complicado que suban mucho más. Una estrategia sería ir añadiendo gradualmente a estas dos clases de activos ahora y no tener miedo de incluir papel de mayor duración. Una vez que las perspectivas económicas mejoren a finales de 2023, podría haber espacio para añadir también crédito.