Women in Banking (WIB) ha celebrado un evento en el hotel Hyatt Regency Hesperia de Madrid sobre los retos de la banca privada en España. Entre otras cuestiones, se destacó la capacidad de esta industria para adaptarse a los cambios en las necesidades de inversión de los clientes, además de subrayar el gran capital humano con el que cuentan estas entidades. Durante el foro, también hubo consenso en las buenas expectativas para el próximo año, con más oportunidades para los inversores, grandes apuestas por la tecnología y un aumento del volumen de clientes de banca privada.
El evento, patrocinado por Banco Sabadell, acogió una mesa redonda con ponentes de alto nivel: Mónica Rein, directora de Banca Privada Territorial Centro en Banco Sabadell; Adela Martín, directora de Banca Privada y Gestión de Activos para España de Banco Santander; y Pablo Carrasco, CEO de Credit Suisse AG, sucursal en España. La presentación del acto corrió a cargo de Susana Punzón, directora de Capital Humano de Banco Sabadell.
En palabras de Adela Martín, “nos hemos encontrado con pocos años en los que confluyan tantos acontecimientos que arrojen tanta incertidumbre como el actual. Sin embargo, desde la industria de banca privada se está realizando un gran trabajo desde la llegada de MiFID II, con clientes mucho mejor segmentados y un asesoramiento continuado, además de una mayor presencia de la gestión discrecional de carteras. Lo más importante es generar un clima de confianza y conocer bien a nuestros clientes para poder ofrecerles un mejor servicio cada día”.
Por su parte, Pablo Carrasco, señaló: “Nuestro modelo de negocio de asesoramiento nos permite estar cerca de nuestros clientes y, con ello, adaptarnos rápidamente a cada situación y aprovechar todas las oportunidades que vayan surgiendo, como puede ser la renta fija en el actual entorno de subida de tipos. La digitalización siempre será un complemento para nuestro sector, ya que juega un papel fundamental para ganar en eficiencia, pero nunca llegará a sustituir a los individuos en una industria que se basa en las personas y la confianza”.
Monica Rein destacó: “En los últimos años marcados por la incertidumbre, se ha puesto en valor el capital humano de nuestra industria con unos clientes mucho más informados que demandan un servicio de alto valor añadido, focalizados en transparencia y agilidad en los procesos. Los especialistas se han adaptado a los cambios en la industria reforzando su formación multidisciplinar para asesorar a un cliente sujeto a multitud de factores que pueden alterar su filosofía de inversión”.
En el debate se recordó la importancia de promover iniciativas para que las clientas tengan la misma experiencia -e independencia financiera- que los hombres. Asimismo, los tres ponentes reconocieron una mayor presencia de compañeras en el sector, excepto en puestos directivos, donde todavía queda recorrido, lo que “aporta un valor añadido al ofrecer perspectivas adicionales que enriquecen desde el trato con el cliente hasta las decisiones de inversión”.