El gobernador de Florida, Ron DeSantis, fue uno de los ganadores de la noche en las elecciones de medio término de EE.UU., comentó el director de inversiones de Insigneo, Ahmed Riesgo.
El experto explicó cómo DeSantis “superó las expectativas en bastiones mayoritariamente demócratas como los condados de Miami-Dade y Palm Beach”.
Además, el gobernador, que salió reelecto, tuvo buena votación, especialmente, entre los latinos.
Varios analistas políticos destacaron cómo DeSantis quedó muy bien posicionado para la carrera presidencial de cara a 2024 y Riesgo coincide con esta visión.
“A día de hoy, debería ser considerado el favorito para la nominación presidencial del Partido Republicano”, agregó.
Por otro lado, el experto de Insigneo, recalcó que el presidente Joe Biden es otro gran ganador de la noche ya que si bien perderá peso en la Cámara de Representantes, esa derrota será mejor a la que es costumbre que sufran los presidentes.
“El presidente estadounidense Joe Biden se enfrentará a pérdidas electorales que deberían estar por debajo de las medias históricas para las elecciones de mitad de mandato”, comentó Riesgo.
Según el analista, los demócratas hicieron un trabajo “por encima de la media para minimizar las pérdidas”, especialmente teniendo en cuenta el mal entorno macro al que se enfrentaron y cómo muchos encuestados a boca de urna afirmaron que el país se dirigía en la dirección equivocada.
Además, la «ola roja» que algunos expertos afirmaban que estaba creciendo en las últimas semanas “no llegó a la playa”, ejemplificó Riesgo dando la idea de que, por más de que todavía falta la definición, los republicanos no llegarán a ganar en ambas cámaras.
En ese sentido, “un gobierno dividido sigue siendo, obviamente, el caso base, pero la pequeña mayoría republicana en la Cámara de Representantes y la escasa mayoría de cualquiera de los partidos que controla el Senado significa que el techo de la deuda será un tema importante con el que los mercados deberán lidiar en 2023”, comentó.
Con este escenario, “ambos partidos tendrán suficiente masa crítica de oposición (es decir, chivos expiatorios) para culpar a la otra parte por no acordar un presupuesto”, concluyó.