El economista jefe de Itaú Unibanco, Mario Mesquita, y el economista jefe de Itaú Chile, Andrés Pérez, analizaron los principales fenómenos económicos ocurridos durante este año y sus perspectivas para el próximo 2023. El pronóstico de los especialistas apunta a que la dinámica del próximo año fortalecería a las economías de cara a 2024.
Sobre el escenario global, Mesquita indicó que la Reserva Federal de Estados Unidos está concentrada en el control de la inflación, y probablemente seguirá aumentando la tasa de interés por encima del 5%. “La inflación es la prioridad uno, dos y tres, y esto no es un proceso sin costos, hay consecuencia sobre la actividad económica, pero creo que la Fed sabe que es necesario hacerlo”, alertó.
Asimismo, el economista dijo que los últimos dos años fueron difíciles para la economía global por la pandemia, pero que esto se trató de un período excepcional, poco típico para establecer comparaciones con décadas anteriores.
“Más allá de analizar estos antecedentes históricos, hay ajustes que se discuten en el marco internacional que pueden empujar al alza la inflación, como una reversión en los procesos de integración de las economías, y, por otro lado, el gradual envejecimiento de la población mundial que podría generar una restricción adicional sobre la oferta laboral”, agregó Pérez.
El economista principal de Itaú Unibanco reiteró el escenario de alta incertidumbre, en especial afectado por la guerra entre Ucrania y Rusia, que a su juicio va a continuar en 2023 “con un riesgo aún más terrible,” en un ambiente volátil en Europa y en EE.UU.
“Pese a esto, creo que nuestra región está más adelantada en política monetaria y vamos a ver rebajas de tipo de interés en la segunda mitad de 2023. En 2024, vamos a poder impulsar una economía más fuerte en la región”, destacó.
El caso chileno
En el escenario local, indicó la firma de capitales brasileños a través de un comunicado, Mesquita explicó que en el proceso de alza de tasas de política monetaria ha influido el hecho de que Chile pasó por un período de 18 a 24 meses de caídas en ahorros de los hogares y un muy fuerte consumo. Sin embargo, califica esa situación de “efecto temporal, más coyuntural que estructural”, por lo que afirmó que no será permanente.
Por su parte, Pérez destacó que en el país andino se acumuló un déficit de cuenta corriente por sobre un 8% del PIB al finalizar el segundo trimestre de este año, nivel sin precedentes en la historia reciente de nuestra economía.
“Este amplio déficit refleja la importación de bienes de consumo, que se enmarcaron en el contexto de los retiros de ahorros previsionales e IFE universal. En la medida que ese consumo se vaya moderando se va a normalizar el desequilibrio reflejado por el déficit de cuenta corriente, pero es probable que se demore un tiempo”, describió el economista.
Sobre esta misma línea, Pérez habló sobre el riesgo país de Chile y Perú, y afirmando que en la actualidad ambas economías tienen buen historial de manejo macro, basado en reglas. Para este año “no le extraña” que el CDS a cinco años para Chile se vaya reduciendo paulatinamente a la baja, derivado del buen desempeño de las finanzas públicas. “Dicho ello, persisten varias discusiones en el ambiente de política económica que contribuyen a mantener un premio en los activos del país”, advirtió el economista en la nota de prensa.
No obstante, el economista jefe para Chile rescató que las autoridades de la región han reaccionado con políticas macroeconómicas que estabilizan la inflación, al tiempo que algunos señalizan que han alcanzado “el máximo del ciclo”, pero que persisten sesgos al alza, tras inflación que en general sigue sorprendiendo al alza.
Casos internacionales
Desde la mirada mundial, Mesquita advirtió que Europa va a tener un 2023 complicado, con una caída del PIB en torno a 1%, porque la economía global tendrá un año difícil, como ya lo mencionó el Fondo Monetario Internacional (FMI). “La economía tiene dos frenos muy fuertes, la política monetaria por el lado de la demanda y la crisis de electricidad por el lado de la oferta”, indicó.
El economista también augura un crecimiento cero para Estados Unidos. “Todos los bancos centrales entre febrero y marzo van a tener que reevaluar su política monetaria a una más dura, con una economía mundial más débil”, indicó en la nota de prensa.
De igual manera, se refirió a Brasil, donde cree que la TPM va a empezar a rebajar a mediados del año que viene, pero sujeto a un “problema fiscal muy serio”. “Va a ser duro en Brasil, porque va a ser duro en el mundo. El crecimiento proyectado sería un punto más bajo, al igual que en el mundo… ¡no se llega a los tipos de interés al 14% sin impactos en la economía!”
El año próximo, agregó, la economía va a sentir con mayor fuerza ese impacto, con un crecimiento proyectado de un 2,5% en 2022 y 0,5% en 2023.