La hoja de ruta del crecimiento de Fidelity Worldwide Investment está registrando su movimiento alcista más largo desde que la serie comenzó en 1992. Además, esa hoja de ruta subió este mes, gracias a las mejoras de las previsiones de consenso sobre el PIB japonés y los indicadores adelantados británicos.
Pero la hoja de ruta de la inflación está entrando en territorio positivo, lo que eleva el riesgo de que suban los rendimientos de los bonos en previsión del endurecimiento monetario. Así, conviene seguir de cerca la evolución de la inflación, ya que recientemente han subido con fuerza algunos indicadores de inflación subyacente en EE.UU.
Por eso Fidelity ha reforzado las posiciones en renta variable y reducido la infraponderación en materias primas –aunque siguen infraponderados por el exceso de capacidad, la fortaleza del dólar y la ralentización del crecimiento chino-. También ha rebajado la infraponderación en mercados emergentes… todo, en respuesta a la mejoría del crecimiento, según explica Trevor Greetham, director de asignación de activos de la gestora, en la última edición de su reloj de la inversión.
También han vendido bonos, inmuebles y sectores bursátiles sensibles a los tipos de interés para asegurarse de que están suficientemente infraponderados en esas áreas.
“Hemos elevado la asignación de activos a renta variable este mes tras aparecer señales de un crecimiento mundial más sincronizado y para financiar una nueva posición infraponderada en inmuebles”, asegura.
“Hemos aumentado aún más nuestra infraponderación en bonos. Los rendimientos se mueven en la parte baja de la horquilla en EE.UU. y esperamos unas rentabilidades decepcionantes a medida que los bancos centrales vayan normalizando sus políticas”. Aunque reconocen que el cambio en los precios de los bonos se está demorando.