La integración de los mercados de valores de Chile, Perú y Colombia podría generar una dinámica virtuosa para la gestión de activos en esos países. Además de la eficiencia operacional, la economía de escala y los flujos, los analistas destacan un potencial impulso en la creación de nuevos fondos y mercado secundario de cuotas. Eso sí, advierten, el tema de la homologación va a ser crucial.
Entre las sombras de los gigantes mercados latinoamericanos de México y Brasil, tres plazas financieras más modestas están estrechando lazos, apuntando a crecer en bloque y probar que la unión hace la fuerza. Se trata de Chile, Perú y Colombia, los principales mercados de la región andina, que se encuentran en pleno proceso de integrar sus bolsas de valores y servicios afines, creando un mercado de capitales común.
Esta medida –que incluye una restructuración societaria, dejando a las tres bolsas y compañías aledañas bajo un solo holding basado en Santiago– permitirá que se pueda acceder a un mercado con una plataforma común. Esto implica homologar las condiciones y reglas de funcionamiento, con miras a converger con estándares internacionales.
Según destacan desde la Bolsa de Santiago, su integración con la Bolsa de Valores de Lima y la Bolsa de Valores de Colombia permitirá un acceso directo, simplificado y con menores costos a la inversión, en una mayor cantidad y variedad de activos. Esto ampliará el acceso a un mayor número de inversionistas.
Para la industria de la gestión de activos en particular, el proceso podría traer vientos a favor en distintos frentes, según señalan algunos de los principales actores de la región.
Beneficios de una plaza común
“Se espera observar un incremento en los flujos transados, en paralelo a mayor accesibilidad de activos, junto con mejores condiciones de liquidez”, comenta Felipe Asenjo, director de renta variable de SURA Investment Management. A su vez, eso podría generar economías de escala en términos operacionales, impulsadas por estos mayores volúmenes.
En particular, la expectativa es que esta operación regional permita ampliar la base de inversionistas en los países. Carla Cano, Country Head de las oficinas de Perú y Colombia de Compass Group, destaca que este mayor estímulo a la inversión y el ahorro incentivaría especialmente la participación de los clientes retail. Esto debido a que “podrían acceder a un pool de fondos en la región a partir de sus cuentas abiertas en distintas sociedades agentes de bolsa (SAB)”, explica.
Eso sí, la ejecutiva destaca que, para que se generen esos mayores flujos y liquidez, es necesario que se integren los procesos de negociación y post-negociación en una plataforma centralizada, que exista “un pool importante de fondos mutuos y fondos de inversión” en esa plataforma, que se adopten estándares internacionales de Know Your Customer (KYC), y que haya beneficios tributarios para el inversionista.
Además, hay que considerar la realidad regional, donde ya muchas de las grandes casas de inversión tienen operaciones en Chile, Perú y Colombia, tres mercados que se consideran como relativamente afines.
“Desde el punto de vista institucional, la mayoría de los jugadores ya están presentes en los tres países, ya sea de forma directa o con algún acuerdo entre instituciones, por lo cual solo habría un beneficio directo para las instituciones que aún no avanzando en este proceso”, acota el director ejecutivo de renta variable de Credicorp Capital Asset Management, Santiago Arias.