Cada vez que el regulador anuncia una innovación que amplía las condiciones competitivas del sector financiero, nuestro mercado de capitales consigue profundidad y amplía su impacto.
Recientemente, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) aprobó el nuevo manual de transacción bursátil de facturas para la Bolsa de Productos de Chile (BPC), lo que será un paso clave para la democratización del mercado de capitales, ya que facilitará que una mayor cantidad de pymes acceda a más alternativas de financiamiento. La pregunta es ¿cómo?
En particular, la CMF autorizó a la BPC y sus corredores a negociar nuevas clases de facturas, complementando las opciones actuales, siendo lo más destacable la flexibilización en las exigencias de irrevocabilidad e inscripción de pagadores. Además, los corredores de la Bolsa tendrán más herramientas y opciones para realizar operaciones de acuerdo con las necesidades de sus clientes, permitiendo mayor fluidez en la cotización y negociación de facturas.
En la práctica, ahora las facturas garantizadas podrán contener papeles sin mérito ejecutivo, pero debidamente respaldadas por una segunda fuente de pago, y un gran número de proveedores obtendrán liquidez en mejores plazos, gracias a los protocolos de confirmación de sus facturas con grandes empresas.
Así, este cambio aumentará de forma considerable los volúmenes de transacción bursátil, contribuyendo a la formación de precios más competitivos y atrayendo el interés de los distintos actores de este mercado. Como consecuencia de una mayor variedad de facturas y participantes, se profundizará el mercado secundario, beneficiando a compradores y vendedores.
Esta iniciativa surge después de años de experiencia de la Bolsa administrando su plataforma de custodia y transacción de facturas, tanto regulada como no regulada (OTC), lo que nos ha permitido entender las dinámicas del mercado y los principales riesgos operativos. Aquí han sido fundamentales las buenas políticas de crédito y procedimientos de nuestros corredores y originadores (factorings y fintech) y el conocimiento especializado de los fondos de inversión de deuda.
Entre los originadores, vale destacar el significativo aumento de las fintech en el mercado de facturas, quienes encontrarán en la Bolsa un hub de conexión directa al mercado institucional. Para este tipo de entidades, que han sido relevantes para el financiamiento de pymes, los conceptos de flexibilidad y fluidez (menos fricciones) son claves al momento de abrirse un espacio y consolidar su posición en este mercado.
En definitiva, las oportunidades de crecimiento del mercado de facturas –y su consiguiente impacto en la salud financiera de las pymes– son muchas, pero para seguir avanzando, es necesario persistir en el camino de la innovación para favorecer y fortalecer nuestro mercado de capitales.