En el entorno macroeconómico actual, hay muchas áreas de empleo en las cabe pensar que los seres humanos podrían llegar a tener una implicación menor. Estos podrían, por ejemplo, exigir salarios más altos, lo que a su vez podría suponer el aumento del precio de algunos productos y servicios, una inflación mayor y demandas de salarios cada vez más elevados. Los economistas llaman a esto la “espiral de precios y salarios”, y combatirla es una misión primordial de los bancos centrales.
Sin embargo, si pudiéramos apartar a los humanos de ciertas tareas, entonces no habría más gastos en salarios. Siempre que el sistema se mantenga y controle correctamente, todo un componente del coste se desvanecería. ¿Qué tan cerca estamos de poder lograr esto?
El caso de estudio de los camiones autónomos
Dentro del sector del transporte de carretera en Estados Unidos ya existe una escasez crónica de conductores. La American Trucking Association señala que en la actualidad hay una escasez histórica de 80 mil conductores. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los trabajos de conducción de camiones son iguales. Están los conductores de camiones de larga distancia, cuyos puestos podrían ser los que estén más amenazados, y son los que más tiempo pasan conduciendo en las carreteras. En la conducción repetitiva por carretera, fuera de las ciudades y pueblos, es donde la inteligencia artificial (IA) podría tener un mayor impacto. En cambio, los repartidores, que suelen moverse por calles pequeñas y otros entornos más dinámicos, se encuentran en el extremo opuesto del espectro.
Hay que asegurarse de plantear el tema con precisión, puesto que el reparto de forma autónoma por calles secundarias de ciudades concurridas es un problema con una resolución distinta al asunto de los camiones que conducen largas distancias por carretera.
De hecho, suponiendo que haya buen tiempo, como suele ocurrir en el suroeste de los Estados Unidos, un camión autónomo tendría más capacidad de visión que un conductor humano. Además, el sistema mantendría la misma atención, ya que nunca se cansaría. Asimismo, podría operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, salvo durante los periodos de repostaje y mantenimiento.
Los costes de mano de obra suelen representar entre el 15 y el 20% del coste de explotación de un camión. Además, la ley establece que las personas tienen que descansar, lo que significa que el camión solo puede utilizarse entre el 30 y el 40% del tiempo. Si los camiones pudieran funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, podría aumentar la explotación de activos por un factor de 2 o más. Para contextualizar el tamaño del sector, el mercado del transporte por carretera en EE.UU. Tiene un valor de unos 700 mil millones de dólares, mientras que a nivel mundial tiene un tamaño de unos 4 billones de dólares. Una ganancia, incluso pequeña, de la conducción autónoma en un mercado de este tamaño podría traducirse en grandes beneficios.
Las empresas globales están probando en las vías públicas de EE.UU. Einride AB es una empresa sueca que cuenta con un camión autónomo de aspecto muy singular. Lo habitual hasta ahora era diseñar camiones con un aspecto similar a la norma general. Sin embargo, los “Pods” de Einride son vehículos robustos y chatos, sin ninguna “cabina” para que el conductor pueda sentarse y manejar el vehículo girando el volante o presionando los pedales.
Las pruebas de los Pods se realizarán en una operación conjunta con GE Appliances en una carretera ubicada entre dos instalaciones de depósito de Tennessee. Los Pods tienen espacio para aproximadamente 10 tarimas de carga, una capacidad aproximada de 57 mil libras. Sin conductores a bordo, se gestionan de forma remota y los operadores pueden controlar más de un vehículo a la vez. En 2021 Einride firmó un acuerdo para entregar 300 camiones eléctricos al gigante naviero A.P. Moller-Maersk A/S 5 .
El transporte de larga distancia pueden ser el primer paso hacia una modalidad con mayor autonomía Aurora está trazando una “secuencia de entrada al mercado” para introducir en él varios tipos de modalidades autónomas. El transporte por carretera es el primero, por la razón que se menciona previamente, de ahí que Aurora se haya asociado con PACCAR y Volvo.
El siguiente paso tiene que ver con la “movilidad de pasajeros”. Aurora indica que el lanzamiento se beneficia de los avances que harán con las tecnologías de los camiones. Para ello, se ha asociado con Uber y Toyota. Y, por último, Aurora destaca la “entrega de bienes locales”. Es posible que sea el aspecto más complejo, pero es una gran oportunidad de negocio que podría alcanzar un valor aproximado de 100 mil millones de dólares.
Por su parte, TuSimple está desarrollando una operación global que ha avanzado mucho hasta ahora:
- La firma registra en China un kilometraje de prueba de nivel 4 de más de 500 mil kilómetros.
- Los sensores permiten detectar distancias de hasta 1.000 metros.
- TuSimple cuenta en la actualidad con una flota de alrededor de 25 camiones autónomos de nivel 4.
En 2020, el valor de mercado estimado del transporte de mercancías por carretera de China fue de 750 mil millones de dólares, y para 2030 podría alcanzar los 1,3 billones de dólares.
Aunque las empresas adoptan diferentes enfoques y tienden a centrarse en diferentes mercados, es evidente que se han hecho avances importantes en el sector del transporte autónomo.
Todavía faltan algunos años antes de que haya un reemplazo masivo del trabajo humano
A pesar de los importantes avances, no se sabe exactamente cuándo se sustituirán los puestos de trabajo humanos por camiones conducidos de forma autónoma. Asimismo, es poco probable que, en el contexto actual de lucha contra la inflación en toda la cadena de suministro, este espacio se vea afectado por estos avances. Aun así, el mercado es tan grande que creemos que los inversores deben permanecer atentos. Al igual que es evidente que esta es una gran oportunidad para los camiones autónomos de ser utilizados a gran escala.
Tribuna de Christopher Gannatti, director global de análisis de WisdomTree.