En el complejo escenario global, una de las principales firmas financieras de Perú tiene pronósticos sobrios para el crecimiento en el país. El gerente del Área de Estudios Económicos del BCP, Carlos Prieto, señaló que la economía peruana crecería apenas entre 2% y 2,5% el próximo año.
Según destacaron a través de un comunicado de prensa, el ejecutivo auguró que el PIB del tercer trimestre de 2022 sería en promedio de 2,6% interanual y que en el cuarto trimestre de este año llegaría en torno a 2% interanual, lo que implicaría una caída en términos desestacionalizados.
“Si bien el Perú registraría crecimientos, estos son tan exiguos que no son suficientes para solucionar los problemas estructurales que tiene el país, como la pobreza. Más bien existe el riesgo de perder el tren del desarrollo y tener una nueva generación perdida”, dijo en la nota de prensa.
El ejecutivo explicó que el magro crecimiento proyectado para 2023 se explica por diversos factores, destacando un menor crecimiento de los socios comerciales del país andino, un precio promedio del cobre en torno a 10% menor al de 2022 y el efecto rezagado en la actividad por el endurecimiento monetario.
Además, agregó, influyen la inflación acumulada entre 2021 y 2023, cercana al 20%, que erosiona el poder adquisitivo de los consumidores, la caída de la inversión pública ante el cambio de autoridades subnacionales y un efecto rebote post COVID-19 que se agota y ya se limita casi solo al sector turismo receptivo internacional.
A este sobrio panorama se suma una demanda interna aún más débil, de menos de 2%.
“En el 2023 la demanda interna crecerá incluso menos que el PIB, puesto que este último se beneficiará de un incremento en torno del 7% de la producción de cobre, debido a que Quellaveco y la Ampliación de Toromocho tendrán en el primer semestre del 2023 su primer semestre conjunto y completo de operación. A esto se le suma la recuperación gradual de la producción minera tras las paralizaciones y huelgas en Las Bambas y Cuajone, ocurridas en el primer semestre del 2022”, explicó Prieto en la nota de prensa.
Inflación y tasa referente
Por el lado de la inflación, el Reporte Trimestral Macroeconómico del BCP señala que la progresiva disipación del choque internacional de oferta y la débil presión por el lado de la demanda –un crecimiento menor al potencial– permitirían que la inflación descienda y se ubique alrededor del 3,5% a fines del próximo año. Eso sí, destacaron, se mantendría encima del rango meta del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
En 2024, agregaron, en ausencia de nuevos choques de oferta, sin presiones de demanda y un tipo de cambio anclado, la inflación debería caer a niveles en torno al 2%.
En esa línea, Prieto destacó a través de la nota de BCP que el BCRP está cerca del final del ciclo de subida de su tasa de referencia. Incluso, explicó, podría recortarla en alrededor de 200 puntos básicos en la segunda mitad del 2023, siempre que no haya sorpresas globales, si el tipo de cambio se mantenga anclado y si las expectativas de inflación 2024 convergen al 2%.