Hamish Chamberlayne lleva casi diez años al frente de la gestión de la estrategia de renta variable global sostenible de Janus Henderson Investors. El fondo original, con domicilio británico, tiene unos 30 años de track record; la firma creó un fondo espejo con domicilio luxemburgués hace ahora tres años, el Janus Henderson Horizon Global Sustainable Equity Fund. “Ambos fondos tienen la misma plataforma, el mismo equipo, siguen el mismo proceso de inversión y tienen la misma cartera”, explica el gestor. “Siempre ha sido un fondo de renta variable global con la misión de crear una cartera de alta convicción, gestionada de manera activa y que al mismo tiempo esté muy diversificada”, añade. Chamberlayne participó recientemente en un evento para clientes de Janus Henderson Investors celebrado en Madrid. En una entrevista con Funds Society explica por qué ahora es un buen momento para añadir sostenibilidad a las carteras.
El fondo invierte en diez temáticas de inversión sostenible que ofrecen exposición a temas de crecimiento secular con desarrollo a lo largo de varias décadas. El objetivo es buscar compañías cuya actividad genere un impacto positivo. De esas temáticas, cinco son medioambientales y cinco son sociales. Los cinco temas medioambientales son: energías limpias, eficiencia, gestión del agua, servicios medioambientales (economía circular, reciclaje) y transporte sostenible. Los cinco temas sociales son: conocimiento y tecnología, seguridad, salud, finanzas y propiedades inmobiliarias sostenibles y calidad de vida (estilo de vida activo, dieta sana, bienes de consumo sostenibles…). “Esto nos da un set de oportunidades amplio para crear una cartera que no esté muy concentrada en términos de riesgo. Es una cartera diversificada; la diversificación viene de que no somos monotema, buscamos ideas de inversión que ofrezcan exposición a varias de las temáticas”, explica el gestor.
La cartera tiende a estar concentrada en torno a unos 50 nombres, con un nivel bajo de rotación, dado que el periodo medio que el equipo mantiene una acción es de cinco años. Chamberlayne explica que la selección de valores es muy bottom up: “Primero empezamos por un proceso de generación de ideas que puede venir de nuestro equipo de inversión, de otros equipos de Janus Henderson o de asesores externos incluso. Después desarrollamos un marco muy claro para evaluar las ideas de inversión; tenemos criterios muy definidos sobre qué es lo que buscamos en las inversiones”. El proceso es denominado “los cuatro pilares” y busca los siguientes elementos: alineación positiva con los temas de inversión, análisis de los ingresos (se exige que al menos el 50% de los ingresos estén vinculados a los temas de inversión), criterios de exclusión (excluyen a compañías de armamento, fabricantes de tabaco y petroleras, entre otras compañías anti ISR), análisis fundamental, y la propia construcción de la cartera.
“Estos son los criterios principales que buscamos en las compañías que analizamos: que generen un impacto positivo (‘¿es el mundo mejor gracias a esta empresa?’), crecimiento, resiliencia y un equipo directivo fuerte orientado a los factores ESG”, enumera Chamberlayne. “Queremos buscar compañías con capacidad para generar interés compuesto y oportunidades de crecimiento secular alineadas con nuestros temas de inversión sostenible”, añade. A esto se añade la búsqueda de fortalezas en el lado financiero: balances saneados, buena generación de flujos de caja, buen crecimiento de los ingresos, que la compañía sea resistente en tiempos de volatilidad…Por todas estas características, y teniendo en cuenta también que el equipo busca puntos de entrada en valoraciones que considere razonables, Chamberlayne define este enfoque como GARP (crecimiento a un precio razonable, por sus siglas en inglés): “No buscamos compañías que crezcan a tasas muy elevadas, sino que buscamos crecimiento con la valoración adecuada. No tememos pagar una valoración superior, siempre que los fundamentos y la resistencia estén ahí””, resume.
En periodos de volatilidad como el actual, el gestor aprovecha para reducir o añadir valores a la cartera cuando ve oportunidades. Este año, por ejemplo, indica que ha encontrado oportunidades en fabricantes de semiconductores: “Las valoraciones son muy baratas y creemos que el mercado ha estado demasiado negativo con la tecnología; vemos que ahora mismo algunos gestores value están en una posición muy incómoda, ya que después de años de decir que las acciones tecnológicas estaban muy caras ahora la tecnología es value”.
Chamberlayne comparte una reflexión sobre la rotación que se está viendo actualmente en los mercados de renta variable: “La gente está hablando de invertir en petroleras y bancos y cosas así, pero en algún momento las valoraciones de estas compañías serán muy altas y tendrán que volver a fijarse en las acciones sostenibles”. Si bien es cierto que los fondos ESG mostraron un comportamiento superior a los no ESG al inicio de la pandemia, el gestor afirma que “en los dos últimos años se ha gestado una gran burbuja en ESG, pero esa burbuja ha estallado ahora”. Él destaca que, desde la creación del fondo, siembre ha nvertido en compañías con fundamentales muy sólidos, “no en acciones con etiqueta ESG que no han generado beneficios”. “Nuestras compañías tienen flujos de caja fuertes, fundamentales fuertes y sus valoraciones han caído”, añade.
El consejo de Chamberlayne es que, ahora que hay altos niveles de volatilidad del mercado, “los inversores deberían estar más interesados en invertir en estrategias de acciones sostenibles cuando vean una underperformance negativa, siempre que la estrategia tenga una visión a largo plazo”. “Durante años me han dicho: ‘No queremos invertir en sostenibilidad porque pensamos que es una burbuja y que está muy caro’. Pero ahora la burbuja ha estallado. Deberías invertir en sostenibilidad”, declara el gestor.
Valor añadido a lo largo de un ciclo de mercado
El experto termina con una reflexión sobre qué hace diferente a su fondo de otras estrategias similares. Destaca la veteranía, dado que la estrategia tiene más de 30 años de vida y él lleva casi diez años como gestor principal del fondo: “Como llevamos mucho tiempo haciendo esto, hemos vivido diferentes ciclos del mercado, por lo que la experiencia es muy importante; hemos sido capaces de hacerlo mejor que la media durante un ciclo de mercado entero”. Además, destaca la consistencia de la rentabilidad, y la buena ratio de captura de las bajadas y subidas del mercado: “Nos beneficiamos de los mercados alcistas y limitamos los riesgos a la baja en mercados bajistas”.
En segundo lugar, Chamberlayne subraya la alta calidad de su cartera: “Tenemos altos estándares de sostenibilidad. Producimos un informe anual muy completo y muy claro, transparente y coherente”.
En cuanto a las temáticas de inversión, por un lado, el gestor subraya que la exposición del fondo al riesgo climático es “muy baja”. “Estamos muy bien posicionados para la transición a una economía baja en carbono”, afirma. Por otro lado, muestra su convencimiento de que las tendencias de crecimiento a la que ofrece exposición el fondo no solo son “emocionantes”, sino que “se van a ver reforzadas por el contexto geopolítico actual”. “Siempre es importante recordar que durante las crisis se acelera la innovación. Si eres capaz de mantener la cabeza fría, en momentos de tanta volatilidad puedes encontrar oportunidades”, concluye el gestor de Janus Henderson Investors.