Ya lo venía anunciando en los últimos días pero finalmente, el Gobierno central de España ha anunciado la creación de un nuevo impuesto de solidaridad de las grandes fortunas, de carácter temporal, aplicable en 2023 y 2024, que gravará a los contribuyentes, personas físicas, con una riqueza neta de más de 3 millones de euros.
Entre 3 y 5 millones de euros, el tipo de tributación será del 1,7%; entre 5 y 10 millones, será el 2,1%; y a partir de 10 millones de euros, será del 3,5%.
Se calcula que el nuevo impuesto afectará a entorno a 23.000 grandes fortunas.
“El Gobierno no ha facilitado más detalles sobre la naturaleza de este nuevo impuesto, si se aplicarán o no exenciones (como la de la Empresa Familiar en el IP), si afectará también a los no residentes respecto a su patrimonio en España, o si habrá una limitación conjunta con el IRPF. Únicamente ha declarado que el nuevo impuesto pretende evitar la doble imposición con el IP permitiendo la deducción de la cuota de éste de la que corresponda abonar por el nuevo impuesto (medida de la que se beneficiarían únicamente los residentes en comunidades en las que aún se aplica el IP, debiendo los de Andalucía y Madrid abonar, teóricamente, este nuevo impuesto en su integridad)”, analizan desde Baker Mckenzie.
“La medida, pendiente de mayor concreción, ofrece importantes dudas de legalidad e implementación práctica, que deberán despejarse en los próximos meses, antes de su entrada en vigor. En todo caso, habrá que esperar a que se hagan públicos los detalles de la propuesta para evaluar su alcance, viabilidad real y posibles vías de impugnación”, explican.
En el IRPF, el Gobierno ha anunciado asimismo el incremento de un punto sobre las rentas del ahorro (intereses, dividendos, ganancias patrimoniales) superiores a los 200.000 euros, pasando del 26% al 27%, y dos puntos para las superiores a 300.000 euros, para las que el nuevo tipo se situará en el 28%.
Para las rentas más bajas, de entre 18.000 y 21.000 euros brutos, habrá un incremento de la reducción por rendimientos del trabajo, mientras habrá un alza en el límite exento del pago del IRPF a 15.000 euros (desde los 14.000 actuales), con el objetivo de beneficiar a los que menos ganan.