Desde que en 1999 salió a la luz la idea de la modernidad líquida de Z. Bauman, la realidad no ha parado de cambiar. Es por ello que, en este mundo de incertidumbre, donde nada pareciera mantenerse, es cuando se aprecian más las cosas que perduran, que suelen ser las mejores.
No resulta sorprendente, para quienes venimos de una educación centrada en el esfuerzo, comprobar cómo es en los momentos complicados cuando el inversor, y el mercado confían en el buen hacer y la experiencia.
La pandemia ha puesto de relieve el buen comportamiento de la inversión sostenible y ha encontrado a Robeco y toda nuestra cartera de fondos trabajando a pleno rendimiento; porque la sostenibilidad tiene un cien por cien de buenas prácticas, saber hacer, y la experiencia de los pioneros.
Y en Robeco, como pioneros de la inversión sostenible desde mediados de la década de 1990, la sostenibilidad la abordamos desde el profundo conocimiento, experiencia y confianza que nos da llevar más 20 años trabajando con ella.
Habitualmente, el capital huye del riesgo y de la falta de transparencia, lo que convierte en algo clave lograr la confianza de los inversores. Para esto, es para lo que la UE puso en marcha, dentro de su Plan de Finanzas Sostenibles, una taxonomía común que clasifica las actividades sostenibles, y otra directiva que fomenta la transparencia a través del reglamento de divulgación (SFDR en sus siglas inglesas).
Este Reglamento de divulgación de finanzas sostenibles (SFDR) clasifica por primera vez los fondos de inversión de acuerdo con sus credenciales de sostenibilidad, tratando de hacer más comparable y comprensible el perfil de sostenibilidad de los fondos para el inversor.
El Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE representa una de las normativas más impactantes que ha afectado a la industria de la gestión de inversiones desde que MiFID II reforzara la presentación de informes y la transparencia en 2018, suponiendo una fuerte reestructuración que trata de mostrar, en lo que nos atañe, cómo de sostenibles son los fondos de inversión.
Y esto es una buena señal para el conjunto de estrategias de Robeco que han adoptado la sostenibilidad durante décadas, porque a pesar de la naturaleza extensa de la regulación, gran parte de esto entra dentro de la práctica bien conocida por Robeco, como pionero de la inversión sostenible desde mediados de la década de 1990.
Esto no significa que no haya habido trabajo involucrado, ya que las medidas de riesgo y los límites y divulgaciones ambientales y sociales deben estar alineados con la estructura de la regulación. Por eso Robeco se ha estado preparando para estas nuevas clasificaciones y lo que esto significará para la documentación, durante más de un año, con un equipo dedicado a asegurar que tanto Robeco como sus clientes puedan cumplir plenamente con todas las partes del plan.
Hace tiempo que Robeco clasificó su rango de inversión en base a una clasificación interna propia, publicando en 2019 los tres tipos de fondos involucrados: Sustainability Inside, Sustainability Focused e Inversión de Impacto. Esta clasificación se creó para facilitar a los clientes su acercamiento a la sostenibilidad, esto es, su grado de compromiso o estilo de inversión, agrupando de esta manera los productos en dichas categorías.
La categoría Sustainability Inside contiene la mayoría de las estrategias de Robeco, al incluir la integración total ambiental, social y de buen gobierno (ASG) con un análisis propio, con la política de exclusión definida, y empleando las herramientas del voto y la interacción con la empresa. Ya de manera más específica, la categoría que engloba las estrategias centradas en la sostenibilidad (Sustainability Focused) tienen una política sostenible más explícita, buscando como objetivo un perfil ASG y una huella medioambiental mejores que las de su referencia en el mercado. Ambas categorías quedarían incluidas dentro de la definición del Artículo 8 del SFDR.
Y por último, la categoría que engloba las estrategias de Inversión impacto, con un crecimiento muy importante en estos momentos por la concienciación del inversor ante la necesidad clara de generar un impacto positivo y medible; contribuye en asuntos más concretos de la inversión sostenible, como pueden ser los Objetivos de Desarrollo Sostenible, nuestros nuevos fondos de renta fija alineados con la referencia del Acuerdo de París, y lo fondos etiquetados como ROBECOSAM, como los temáticos RobecoSAM Smart Energy, RobecoSAM Smart Materials, RobecoSAM Smart Mobility, RobecoSAM Sustainable Water etc. Toda inversión de impacto quedaría clasificada según el Artículo 9 del SFDR.
Robeco ha venido integrado los criterios ASG en su proceso habitual de inversión desde 2010, además de introducir herramientas que han demostrado su eficacia en los últimos años, como la titularidad activa y una exclusión meditada que trata de evitar el greenwashing o ecoblanqueo. Nuestro profundo conocimiento, experiencia y confianza, es nuestra mejor garantía.
Tribuna de Ana Claver, CFA, es directora general de Robeco Iberia, Latam y US Offshore. Presidenta del Comité de Sostenibilidad de CFA Society Spain.