Hemos sufrido un mes de agosto con una alta volatilidad en los mercados: aumento de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, inestabilidad política en Italia, bajada del crecimiento del PIB alemán y posible Brexit agresivo que han contribuido a elevar de forma significativa la volatilidad de los mercados tanto europeos como americanos.
Para la cartera de renta fija, introduciríamos el fondo Carmignac Securité, un fondo muy estable, invertido principalmente en gobiernos de la zona euro y en algunos bonos con grado de inversión (Investment Grade) con alta calidad crediticia. La duración suele ser corta, favorable para los tiempos que corren.
Un 10% podríamos invertirlo en renta fija convertibles, para aprovechar la convexidad del activo. Un fondo muy interesante, en este sentido, podría ser el Salar Fund, de la boutique británica Ferox. Se trata de un fondo gestionado de forma muy activa por Paul Samsone, experto en convertibles. El fondo continúa ofreciendo unas buenas rentabilidades con una adecuada volatilidad.
En renta variable, estaríamos sobreponderados en EE.UU. frente a Europa, pues pienso que el país norteamericano bajara su tono de amenazas contra China y esto revertirá en un mayor tirón de la renta variable a medio plazo, si bien a corto plazo puede seguir la volatilidad. Además, el último mensaje de la FED sobre los tipos de interés sería de bajada de los mismos en un horizonte no muy lejano. Para renta variable americana utilizaríamos el fondo BGF US Growth, con exposición a sectores de crecimiento de la economía americana como tecnología, consumo y telecomunicaciones. La gestora del fondo, Blackrock, es una de las mayores de EE.UU. con un equipo amplio y experimentado.
La parte de renta variable europea la invertiríamos con el fondo Jupiter European Growth, con gestión muy activa por parte de Alexander Dorwel, un profesional experimentado y que dispone de total libertad para invertir en todo tipo de activos. Exceptuando el año 2016, que fue muy complicado, el fondo ha batido al índice en todos los ejercicios.
Además, optaríamos por un par de apuestas como el fondo sectorial Morgan Stanley Global Brands, con una cartera concentrada en 28 valores. Este fondo ha superado ampliamente a su índice, el MSCI World, sobre todo en los 3 últimos años, donde su rentabilidad ha aumentado enormemente, consiguiendo un alpha de casi el 6% a 3 años.
Para una apuesta pequeña en oro como elemento diversificador de la cartera optaríamos por el fondo ETF GAM Precious Metals Phisical Gold, un fondo que invierte en oro físico creado en 2008 y cuyos gestores cuentan con más de 20 años de experiencia.En nuestra opinión, el oro puede seguir subiendo como activo refugio frente a la volatilidad del mercado de acciones y por la descorrelacion que muestra con el resto de activos.
Finalmente, indispensable para nuestra cartera, un fondo mixto flexible. Aquí nos decantaríamos por el Cartesio Y, fondo diversificado en valores de alta y media capitalización, que invierte principalmente en la zona euro. La exposición a renta variable es de 0 a 100 (históricamente un máximo del 80%). El equipo de gestión es altamente experimentado con Juan Antonio Bertrán, Álvaro Martínez y Cayetano Cornet, apoyados por dos analistas senior y dos analistas junior. El equipo es estable desde la creación del fondo en 2004 y actualmente mantiene un 42% en liquidez, invertido en cuenta corriente y letras del tesoro español. En las últimas caídas han aprovechado para incrementar el riesgo del fondo.