Cuando todas las miradas se focalizan en el Mundial de fútbol que se juega en Brasil, el gestor adjunto Jeremy Leung compara la estrategia que cogestiona, la de renta variable europea sin restricciones en UBS Global AM (UBS European Opportunity Unconstrained), con el papel de un jugador centrocampista. En primer lugar porque, si un jugador de estas características tiene capacidad tanto para atacar como para defender, su fondo también.
Según explicó en una presentación en Madrid, la estrategia es capaz de capturar las alzas de mercado –algo más del 115% según su historia-, pero también puede proteger en momentos difíciles –captura en torno al 85% de las caídas-. Como ejemplo, en 2011, año bajista para el activo, el fondo cayó menos que el índice, gracias a la contribución de las posiciones cortas, “que actúan como un portero”, dice el gestor. En 2012 y 2013, el fondo subió más que el índice, gracias a su capacidad de estar también “al ataque” en momentos positivos. “Queremos meter más goles encajando los menos posibles”, dice el gestor.
En segundo lugar, si el centrocampista tiene libertad para deambular por cualquier parte del campo de fútbol, su estrategia tiene restricciones limitadas, incluyendo las que impone la regulación UCITS. Así, es capaz de tener posiciones cortas (de hecho, sigue una estrategia long-short, aunque con exposición del 100% al mercado) y no tiene limitaciones a la hora de invertir en sectores o países. De hecho, según explica Leung, en ciertos momentos la cartera ha estado sin bancos, algo que lo diferencia claramente del índice. La clave es la libertad para implementar las mejores ideas que considere, y obtiene apha principalmente a través de la selección de valores.
También, si el centrocampista dicta el ritmo del juego, el fondo tiene una volatilidad en línea con su índice de referencia, a pesar de ser tan distinto del mismo. Por último, y a la vez que el jugador puede ser creativo, la estrategia se define como de “high active share”, es decir, es muy distinta de la del índice de referencia y de la de otros fondos de su grupo de comparables. “Nos gusta ser distintos y obtener una rentabilidad distinta”, explica el gestor; es decir, añadir alpha tomando posiciones diferenciadas y controlando el riesgo.
Y es que frente a otros fondos que invierten en bolsa europea, con ratios del 60% o 70% en active share, el fondo de UBS European Opportunities (long-only) tiene unas posiciones diferenciadas del 80% y la estrategia de bolsa europea sin restricciones (European Opportunity Unconstrained), superiores al 100%. Hay que tener en cuenta la gran concentración que existe en los indices que hace que el 78% de los valores del MSCI Europe represente posiciones de solo el 0,28% o por debajo de esa cifra. “Los inversores quieren algo distinto y a pesar de ello vemos que muchos fondos se parecen cada vez más a su benchmark”, critica el gestor. De ahí su apuesta por una solución diferenciada y activa.
Para seleccionar las 150 posiciones que están en cartera, aproximadamente, el equipo utiliza la estrategia de los tres círculos, que consiste en realizar un análisis fundamental (análisis interno, de escenarios e independiente), cuantitativo (modelos multifactor, de diferentes complejidades y diferentes horizontes temporales) y cualitativo (de gobierno corporativo y temáticos…) y tomar posiciones largas en aquellos nombres que obtienen resultados positivos en los tres ámbitos y, por tanto, menos potencial de caídas. “Es como elegir a un buen jugador”. Finalmente, la cartera tiene un perfil equilibrado, sin excesivo peso de sectores más cíclicos o defensivos (“se necesitan todos los jugadores”, dice el gestor).
Actualmente sobrepondera el sector farmacéutico, de seguros y servicios de software e infrapondera materiales, energía y alimentación. El peso en el sector financiero es de en torno al 27%, si bien advierte de algunos riesgos derivados de la revision que hará el BCE, sobre todo en algunos bancos que tienen expectativas altas, como los españoles, donde cree que puede haber algunos riesgos. De hecho, en España, tiene algunos bancos entre sus posiciones cortas pero también han seleccionado compañías de salud y de bienes de capital entre sus posiciones largas. “Como inversor, soy cauto en el sector bancario pero la regulación reduce la prima de riesgo, lo que será positivo ya que cambia la relación entre rentabilidad y riesgo en el sector”. No obstante, valora que los bancos empiecen a tomar una postura más friendly para el accionista, con decisiones como aumentar los dividendos, y asegura que el sector se está convirtiendo “en un tipo diferente de inversión”.
La clave, en el crecimiento de beneficios
Para Leung, las políticas monetarias deberían seguir siendo acomodaticias a nivel global y las rentabilidades de los bonos periféricos europeos seguirán en niveles bajos. Pero, tras el rally vivido ya en la bolsa europea, ahora es necesario un crecimiento de beneficios para asegurar su sostenibilidad. Sus previsiones de crecimiento de beneficios han disminuido, desde el 10% hasta en torno al 7%-8%, debido al impacto de un fuerte euro sobre las exportaciones. Sin embargo, el gestor explica que las medidas adoptadas recientemente por el BCE van dirigidas a su depreciación y eso ayudará a los beneficios empresariales, la cuestión más importante ahora. Y también hay signos que apoyan la recuperación en Europa, como los datos de los PMI o del indicador de confianza de los consumidores.
“Las medidas del BCE no tendrán demasiado efecto en la banca pero sí en el euro”, valora. El experto considera que, a pesar de que Draghi ha dejado la puerta abierta a un QE, no lo hará necesariamente porque en los últimos años sus políticas de comunicación han sido muy efectivas y han ayudado a reducir los costes de financiación de las economías en problemas sin tomar apenas medidas.