A menudo, las estrategias pasivas son vistas como una manera simple de invertir. De hecho, se han desarrollado significativamente durante las últimas décadas, con nuevas tendencias como el Smart Beta, el Factor Investing, o la inversión sostenible. En concreto, las estrategias de Smart Beta y Factor Investing ofrecen beneficios de diversificación respecto a las tradicionales inversiones pasivas en renta variable por capitalización de mercado. En general, el Factor Investing puede implementarse a través de una estrategia indexada, basada en reglas y completamente transparente que ayuda a crear un sesgo hacia características fundamentales o estadísticas predefinidas.
Mediante este tipo de inversión, se puede acceder a factores como Value, Quality, Yield, Volatility, Momentum o Size a través de estrategias pasivas que además pueden utilizarse de forma dinámica a medida que cambian las condiciones de mercado. En este sentido, hemos visto como lo inversores soberanos utilizan satisfactoriamente este tipo de enfoque para diversificar sus carteras core ya existentes en inversión pasiva.
En esta misma línea, estamos asistiendo a una tendencia al alza en la que los inversores sofisticados demandan cada vez más ofertas más modulares y granulares, ya sea en forma de familias de índice o conjuntos de segmentos de mercado. Estos populares building blocks, que permiten a los equipos internos implementar asignaciones estratégicas de manera eficiente en términos de costes y centrándose en la estrategia en lugar de en la ejecución, el rebalanceo, las acciones corporativas o los informes, pueden consumir considerables recursos en un enfoque activo.
Por ejemplo, con la creciente divergencia en el desarrollo económico y el rendimiento de mercado entre las regiones, países y sectores de mercados emergentes, la demanda de factores pasivos más granulares en dichos mercados ha aumentado. Como resultado, mientras que tradicionalmente las inversiones en emergentes han favorecido a los gestores activos por los menores niveles de transparencia y liquidez en su día propios de estas regiones, en los últimos años, las inversiones indexadas han aumentado su peso.
Asimismo, muchos inversores soberanos se encuentran entre los mayores tenedores de activos de renta fija dado su enfoque en la liquidez y la baja volatilidad, lo que sugiere una clara necesidad de enfoques pasivos para invertir en renta fija. Además, las carteras internas de renta fija son cada vez más difíciles de gestionar para algunos clientes, a la luz de los cambiosregulatorios como MiFID II. Finalmente, con la tendencia hacia la diversificación de los bancos centrales, las soluciones indexadas brindan una forma atractiva de diversificación dentro de la renta fija sin necesidad de disponer de un expertise interno adicional.
Sin embargo, la implementación de soluciones pasivas de renta fija es más compleja que para las soluciones de renta variable. Por ejemplo, muchas compañías operan con una única acción global, lo que ofrece importantes beneficios de liquidez, pero no es raro que la misma compañía tenga cientos de instrumentos de bonos en circulación. Por lo tanto, las réplicas completas, incluso de índices de bonos bastante simples, a menudo no son prácticas ya que cada reequilibrio tendría que afectar a cientos de bonos.
También se ha incrementado en los últimos años el interés de los inversores por las inversiones sostenibles, al igual que la demanda de filtros ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) en los fondos indexados. Los criterios ESG se pueden aplicar de varias maneras, por ejemplo, excluyendo de los índices de referencia las compañías que operan en determinados sectores (por ejemplo, tabaco, juegos de azar, armas controvertidas), o introduciendo un sesgo en las carteras hacia compañías con prácticas de negocio sostenibles.
Pedro Coelho, director de UBS ETF para España y Portugal