España tiene un grave problema demográfico que imposibilita que el actual sistema de pensiones sirva para mantener el poder adquisitivo de la población en el momento de su jubilación. Nuestro país arrastra desde hace décadas problemas de envejecimiento y bajas tasas de natalidad que se han agudizado tras el estallido de la crisis financiera mundial y la burbuja inmobiliaria española. Estos eventos han contribuido a reducir aún más la masa trabajadora y a pronunciar la pirámide poblacional invertida.
Debemos tomar conciencia de este problema y la mejor forma es a través de la educación financiera de largo plazo. Hay que cambiar la mentalidad y promover acciones desde las instituciones públicas y privadas y también a nivel personal de los ahorradores. En este sentido, desde imdi funds consideramos apropiado promover varias medidas:
– Fomentar la natalidad. El número de hijos por mujer en España está a la cola del mundo, en 1,33, lo que incuestionablemente alimenta la pérdida de población trabajadora a futuro y también reduce el consumo privado. Tomemos el ejemplo de Japón, donde desde el Gobierno se ha fomentado la natalidad en los últimos años, lo que garantiza un aumento de la futura masa de trabajadores y, por ende, de contribuyentes a las pensiones.
– Mejora del empleo. La elevada tasa de desempleo estructural limita la recuperación del número de trabajadores activos, por lo que se deben tomar medidas a nivel público para mejorar el mercado laboral e intentar reducir la tasa de paro estructural, actualmente situada en una horquilla entre un 14%- 18%.
– Fomentar las pensiones privadas. Ahorrando a través de planes de pensiones privados y personales o también fomentando que las empresas pongan planes de pensiones a sus empleados. Históricamente los planes de pensiones en España han tenido unas comisiones excesivas en relación a la vocación de largo plazo y a los riesgos asumidos, aunque afortunadamente esto está cambiando desde el lado regulatorio con limitaciones en cuanto a comisiones directas e indirectas mucho más razonables.
– Fomentar la inversión financiera privada. Creemos que el fondo de inversión es el vehículo más adecuado como complemento a la pensión pública, gracias a que cuentan con condiciones fiscales más beneficiosas que los planes de pensiones. Por ejemplo, los traspasos en el caso de los fondos de inversión (armonizados y registrados en España) están exentos de tributación, los rendimientos se integran en la base liquidable del ahorro y las plusvalías netas tributan entre el 19% y el 23%. Además, existen fondos de inversión en el mercado creados en función del perfil de riesgo y con horizontes temporales de inversión diferentes que se ajustan a las necesidades específicas de cada ahorrador.
No podemos negar la insostenibilidad del sistema de pensiones actual, pero a la espera de que desde las instituciones se promuevan medidas que mejoren dicho sistema, es clave y apremiante que cada uno de nosotros comencemos a concienciarnos y tomar medidas a nivel personal. Llegados a este punto, es ineludible ahorrar para complementar la pensión pública si queremos mantener el nivel de vida actual.