A partir de septiembre, nuestras carteras tienen mayor exposición a mercados emergentes, acciones de small-cap y a deuda corporativa. Hemos ajustado nuestra asignación de activos subyacentes para aprovechar una serie de nuevas tendencias estructurales clave y para reflejar un mundo con un crecimiento y rendimientos de inversión futuros menores.
Tradicionalmente en septiembre vemos a los mercados entrar en una nueva fase después de la pausa del verano: un momento apropiado, creemos, para revisar nuestra propia estrategia de inversión. Nuestra experiencia en inversiones destaca a lo largo de tres períodos de tiempo distintos: el corto plazo (inversión táctica), el medio plazo (ciclo económico actual) y el largo plazo (perspectivas seculares y tendencias).
A partir de este mes, estamos remodelando nuestra estrategia de inversión a largo plazo. Lo que llamamos nuestra ‘asignación estratégica de activos’ refleja ahora el último pensamiento económico, así como las principales tendencias globales que hemos identificado.
¿Qué está cambiando en la economía global?
- Bajo crecimiento. Como hemos mantenido durante mucho tiempo, la era posterior a la Segunda Guerra Mundial ya no es el criterio adecuado para medir el crecimiento económico mundial. Los datos del Banco Mundial muestran que, incluso desde la década de 1960, cuando el crecimiento del producto interno bruto (PIB) global era del 5,5%, el crecimiento ha estado ralentizándose en las últimas décadas. Esperamos que el crecimiento lento continúe en los próximos diez años como se puede observar en el siguiente gráfico:
- Envejecimiento de la población y baja productividad. El crecimiento del PIB puede verse como una función del crecimiento de la población y de la productividad. Nuestra perspectiva es en parte atribuible a una población mundial envejecida. La ONU estima que en 2015 una de cada ocho personas tenía 60 años o más. Para 2030 prevé que la cifra sea uno de cada seis, y en 2050 uno de cada cinco. Esta tendencia reduce la población activa de una economía y aumenta el número de pensionistas utilizando sus recursos. La productividad global también ha caído bruscamente desde los años sesenta, cuando un crecimiento entre el 4-6% era común en muchos países ricos. La asociación mundial de investigación ‘The Conference Board’ espera que el crecimiento de la productividad global alcance apenas el 1,9% este año y creemos que el reciente bajo nivel de inversión en muchas economías merece una perspectiva conservadora.
- Inflación controlada y una política monetaria más «normal». La inflación está bajo control en gran parte del mundo desarrollado y emergente, basada en el aumento de la credibilidad de los bancos centrales y el compromiso con las metas nacionales de inflación. En los próximos años los bancos centrales de Europa y Estados Unidos también revertirán las medidas «extraordinarias» adoptadas para prevenir un colapso económico en 2007-2009 y, de este modo, eliminarán un estímulo importante y un apoyo duradero a la economía mundial.
¿Cómo invertir en este nuevo mundo?
La evolución de la economía mundial nos lleva a esperar un menor rendimiento de la inversión durante la próxima década como vemos en el siguiente gráfico:
Creemos que para seguir generando beneficios y lograr los mejores resultados para nuestros clientes, nuestra asignación estratégica de activos debe reflejar estos cambios estructurales en el entorno de inversión. Esto nos ha llevado a evaluar oportunidades tanto de clases de activos tradicionales como de activos menos tradicionales y ampliar nuestro conjunto de oportunidades.
Fundamentalmente, creemos que los mercados emergentes y el crédito (deuda corporativa más que deuda pública) serán factores importantes para impulsar los rendimientos futuros. Como resultado de esta remodelación, nuestra asignación estratégica de activos incorporará a partir de ahora lo siguiente:
• Reducción del efectivo – para aumentar la posibilidad de generar retornos de inversión
• Reducción de la exposición a la deuda pública y aumento de la exposición a bonos high yield – ya que creemos que la deuda corporativa high yield puede ofrecer mejores rendimientos ajustados al riesgo dentro del espacio de renta fija.
• Aumento de la exposición a mercados emergentes (EM) – tanto en acciones como en deuda en divisas local / fuerte- para beneficiarse de años de bajo rendimiento, valoraciones relativamente bajas, mayores tasas de crecimiento estructural y divisas infravaloradas.
• Introducción de acciones de small-cap – aprovechando una nueva fuente de rendimientos de capital y una «prima de iliquidez» o compensación por invertir en mercados de renta variable menos negociados.
• Introducción de bonos convertibles – aprovechando nuevas fuentes de renta variable y retornos similares a créditos.
• Introducción de bienes inmobiliarios cotizados suizos en carteras en francos suizos – para beneficiarse de la «prima de iliquidez», o compensación por invertir durante largos períodos de tiempo