Ocho de cada diez personas opinan que la crisis del COVID-19 se extenderá durante 2021, teniendo consecuencias negativas para su economía. Con la incertidumbre como modo de vida y un futuro adverso, los españoles se agarran a los dos métodos más improbables para mejorar su situación financiera: la lotería y “dar un pelotazo” con un negocio. Así se desprende de la Segunda edición de la Encuesta sobre Comportamiento Financiero realizada por la plataforma de inversión en multiactivos eToro, en la que el 35,1% de los encuestados (más de uno de cada tres) considera que la lotería es la mejor manera de mejorar su nivel económico.
Por su parte, el 27,7%, señala que tener éxito en un negocio, el clásico “pelotazo”, es también una de las vías más factibles para prosperar. En contraste, intentar progresar económicamente invirtiendo en activos financieros baja en el ranking en comparación con el año pasado, pasando del 17,6% de respuestas favorables al 11,1% en 2020. Sube también el número de encuestados, un 15,4% (12,5% en 2019), para los que trabajar más es el camino más directo para mejorar su situación financiera. Otras dos alternativas que quedan muy lejos son las de heredar (5,9%) e invertir en una vivienda (4,8%).
La encuesta de eToro ofrece datos desagregados para Andalucía, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco. En este caso, los vascos son los que más confían en el advenimiento de la suerte como el medio para enriquecerse, un 40% apuesta por la lotería y un 20%, en tener éxito en un negocio, mientras que trabajar más es la solución para el 18% de ellos y la inversión financiera constituye la mejor vía para el 11%. Los segundos que más fe tienen en la lotería son los valencianos y los que menos confían en la lotería son los catalanes.
Casi seis de cada diez personas declaran haber sufrido consecuencias económicas negativas derivadas de la pandemia y solo un 7% ha mejorado su economía a raíz de esta crisis. Las razones están relacionadas principalmente con el empleo: un tercio de los encuestados ha estado en ERTE, y un 21% ha perdido su trabajo. Asimismo, el 10% ha visto disminuidas las ventas de su negocio. Aunque las diferencias no son significativas, las mujeres han sufrido de una forma más acusada la pandemia (61% de las mujeres frente al 54% de los hombres). Por otro lado, entre las personas que han visto mejorada su economía, el grupo más significativo es el de jóvenes hasta 34 años y entre los más perjudicados las personas entre 45 y 54 años.
El coronavirus apenas deja huella en la conciencia inversora de los españoles
A pesar de las consecuencias económicas de la pandemia, la mitad de los entrevistados reconoce que no ha tomado ninguna acción para mejorar su perspectiva económica. Entre la otra mitad que sí ha puesto en marcha alguna decisión, el 41% ha ahorrado más, un 10% ha jugado más a loterías o apuestas, un 4% busca activos inmobiliarios para invertir y un 3% ha planificado una inversión. Solo el 45% de los encuestados consideran que su salario es suficiente para satisfacer sus necesidades económicas, lo que representa una disminución del 52% que coincidía con esta afirmación el año pasado y el deseo de ser más rico es abrumadoramente mayoritario.
El 88% de los entrevistados declara que le gustaría tener más dinero, si bien sólo el 10% ha puesto en marcha un plan a largo plazo para ello. Sin embargo, en cuanto a las aspiraciones económicas, los encuestados no son tan ambiciosos, sólo el 3% quiere ser lo más rico posible y un 1%, más rico que sus padres. A lo que la mayoría aspira es a tener una seguridad económica (58% para mantener a su familia y 24% de cara a la vejez). Sorprende también que 14% de los entrevistados dice querer sólo el dinero suficiente para vivir.
Sin embargo, a esta ambición por prosperar económicamente no le sigue la puesta en marcha de una estrategia adecuada. No es solo que la mayoría apuesten por la lotería como la vía para enriquecerse, es que, de hecho, dos de cada tres entrevistados ahorra su dinero como única forma de mejorar su nivel económico. Así, la gran mayoría no han variado su nivel de interés en la inversión durante el COVID-19, aunque para el 11% su interés ha crecido. Un 61% de los entrevistados afirma que nunca ha realizado una inversión financiera; de ellos, solo la mitad señala que su entidad financiera les ha ofrecido en alguna ocasión una propuesta de inversión.
Por otra parte, el 15% de los que ya conocían el trading previamente, dicen haber aprendido más durante la pandemia. El interés en las inversiones ha aumentado principalmente entre los adultos de 35 a 44 años (12%) y en las zonas de Madrid y Andalucía (12% en cada una).
La directora regional de eToro para Iberia y Latam, Tali Salomon, explica: “La situación económica de las personas encuestadas es peor este año que en 2019. Sin embargo, los españoles consideran que la lotería es una de las vías más factibles para elevar su patrimonio. No hay duda: debemos impulsar la cultura inversora por el bien del futuro del sistema financiero y solo podemos hacerlo divulgando información económica y financiera a la sociedad, explicando la parte teórica pero también poniendo en marcha proyectos prácticos. Nuestra demo, por ejemplo, o nuestra máquina del tiempo son maneras didácticas e interactivas de acercar al ciudadano común los mercados, generalmente percibidos como complejos e inaccesibles. Nuestra misión en España es continuar derribando de una vez por todas las barreras de acceso y proporcionar las herramientas necesarias para que cualquier ciudadano pueda dar el salto a la inversión”.
Los españoles confían cada vez más en sus familiares, amigos o en su comunidad a la hora de invertir
Únicamente el 39% de los encuestados han realizado alguna vez alguna inversión. A la hora de buscar consejo para estas operaciones, los asesores financieros y la oficina bancaria habitual son los grandes elegidos, con un porcentaje de 23% cada uno, aunque la confianza es mucho menor que el año pasado (32% y 30%, respectivamente). Entre las personas que invierten, lo más común es tener fondos de inversión (34%), renta fija (28%), planes de pensiones (26%), renta variable (25%), y productos derivados (14%). Otras apuestas diferentes, como los criptoactivos (12%), se encuentran por encima de los productos híbridos y/o estructurados, la inversión inmobiliaria, etc.
En cambio, ha crecido la confianza en familiares (20% frente al 14% de 2019), foros y medios sociales (9% frente al 5% del año pasado) y amigos (9%, casi 3% más que el año pasado). Destaca cómo ha incrementado, durante la pandemia, la confianza en personas cercanas y en comunidades online, mientras que se ha reducido en los asesores tradicionales. En cuanto a edad, los jóvenes son los que más confían en un familiar (36%), mientras que los mayores de 55 años prefieren a su banco habitual (34%). Los que más se dejan guiar por foros online y medios sociales son los inversores de entre 35 y 44 años (11%).
“Precisamente, la falta de conocimiento es uno de los principales frenos a la hora de invertir, un obstáculo que la inversión social permite salvar, pues contribuye a mejorar la cultura financiera, al aumentar la transparencia y ofrecer un acceso sin frenos a la información. Nosotros hemos visto crecer más de 3 millones de usuarios en nuestra plataforma este año, todo un reflejo de una sociedad que no quiere sentirse sola ante las finanzas”, explica Salomon.
La falta de educación financiera, la barrera que impide mejorar el nivel de vida
Casi el 43% de los encuestados considera que la inversión financiera podría ser una opción para ellos (frente al 60% del año pasado). Sin embargo, la falta de educación financiera se presenta como el gran escollo: el 65% considera que no tiene suficientes conocimientos para invertir y el 43% afirma que siempre ha pensado que invertir era solo para gente acaudalada y que ahorrar es fácil, pero invertir es difícil. Es más, solamente el 11% cree que tiene suficientes conocimientos de inversión/finanzas y uno de cada tres los ha aprendido en la universidad. En consecuencia, un 61% cree que la falta de educación financiera es una “barrera” para mejorar su nivel de vida.
En conclusión, 9 de cada 10 encuestados está de acuerdo en que los españoles necesitan más información sobre las posibilidades que ofrece la inversión y el 73% considera que sería necesario o muy necesario incluir la educación financiera como una asignatura obligatoria en colegios e institutos. Además, El 37% de las personas está de acuerdo en que la tecnología democratizará el acceso a los mercados.
“El panorama de la inversión está viviendo un momento de transformación, donde están surgiendo nuevos actores del mundo Fintech cuyo objetivo es cubrir una demanda aún no satisfecha en el mercado español. Desde eToro, estamos convencidos que la tecnología democratizará de una vez por todas el acceso a la inversión, derribando barreras físicas, siendo consciente de los riesgos que conlleva, pero también atrayendo el interés de los ciudadanos por rentabilizar su patrimonio más allá de confiar en la suerte como modelo financiero”, cierra la directora general de eToro.