Los últimos datos publicados por el INE no hacen sino confirmar la tendencia a la baja de estos últimos años en el número de nacimientos. Según el organismo, el año pasado nacieron 13.000 niños menos que en 2018, mientras que el número de hijos por mujer (índice de fecundidad) fue de 1,23, la cifra más baja desde 2001.
Sin embargo, estos datos no reflejan la voluntad de la población y es que 8 de cada 10 españoles (82,8%) reconocen que tienen, tendrán o han tenido menos hijos de los que les gustaría, tal y como se desprende de la III Encuesta sobre Jubilación y Hábitos de ahorro de los españoles realizada por el Instituto Santalucía. Según el estudio, a los encuestados les habría gustado tener, de media, 2,12 hijos, un dato que contrasta con el número real ofrecido por el INE.
Entre las causas que han provocado este descenso en el número de hijos, los españoles opinan que la principal razón es la dificultad para conciliar trabajo y vida personal (67,6%), seguida por el elevado coste de vida y/o dificultad para ahorrar o llegar a fin de mes (66,6%) y la falta de suficientes ingresos (64,3%). Sin embargo, el orden de los motivos varía entre hombres y mujeres. Para ellos, los ingresos insuficientes son la principal causa a la que atribuyen la baja natalidad de estos últimos años (65,3%), mientras que para 7 de cada 10 mujeres es la falta de conciliación.
Uno de los aspectos que llama la atención es la variación que existe en el número de hijos deseados, en función del grupo de edad. A los encuestados de más edad les gustaría o les hubiese gustado tener más hijos que a aquellos de edades inferiores. Mientras aquellas personas mayores de 65 años afirman que les hubiera gustado tener -de media- 2,37 hijos, la cifra baja hasta los 1,88 hijos en aquellas personas de entre 18-24 años.
Para los encuestados, las razones por las que no han tenido (o no tendrán) más hijos son, igualmente, de carácter económico y laboral. Sin embargo, la proporción de mujeres que señalan la crianza como un freno a su carrera laboral dobla a la de los hombres (16,6% vs. 8,7%, respectivamente) y solo 1 de cada 10 (11,1%) admiten que no han tenido (o no tendrán) hijos porque no quieren.
“Tal y como llevamos viendo desde hace ya tiempo, España sigue envejeciendo. La tasa de natalidad continúa disminuyendo mientras el número de pensionistas crece cada año. A esta realidad hay que añadirle la creciente longevidad de los individuos, que obliga al sistema público de pensiones a otorgar rentas vitalicias públicas de mayor duración, lo que acaba por impactar en su suficiencia. Por todo ello, y para compatibilizar la sostenibilidad del sistema con su suficiencia, es crucial aumentar la tasa de empleo e incrementar la productividad y, con ella, los salarios, pero también se deberían adoptar medidas que potencien la natalidad y diseñar una política migratoria de futuro”, señala José Manuel Jiménez, director del Instituto Santalucía.