Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, ha demandado durante la presentación de «Perspectivas del seguro y la economía para 2020», organizada por ICEA, que el Gobierno debe mantener una fiscalidad que incentive el ahorro a largo plazo. “Los ciudadanos tendemos a primar el consumo antes que el ahorro, de ahí la necesidad de contar con incentivos. Además, es innegable que necesitamos el ahorro a largo plazo y un sistema que lo apoye para que los mayores del mañana sigan consumiendo y mantener así nuestro modelo de desarrollo económico”, ha señalado la presidenta de Unespa.
Respecto al nuevo Gobierno, González de Frutos considera que el simple hecho de que exista ya es algo positivo. Pero ha insistido en que el gran reto residirá en manejar la fragmentación política y tener capacidad de diálogo para llevar a cabo reformas longevas que sean fruto de un consenso.
En materia de pensiones, esas reformas, según su parecer, deben apuntar hacia el refuerzo del segundo pilar, es decir, el desarrollo de las pensiones complementarias vinculadas al empleo, así como el de los productos que aseguren rentas vitalicias. “Es algo vital en una sociedad cada vez más longeva que puede sobrevivir a su patrimonio”, ha añadido.
En este sentido, ha alabado el nombramiento de José Luis Escrivá como ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, señalando que tiene una tarea compleja por delante. “No será posible modificar el sistema de pensiones sin concitar el acuerdo de todos, es deseable que el Pacto de Toledo de sustento a una reforma que se mantenga en el tiempo”, ha señalado.
Asimismo, ha demandado la necesidad de que este año seamos testigos de la eclosión de un supervisor de seguros profesional, especializado y adecuadamente financiado para hacer frente a los retos del sector, ya que, según ha lamentado: “España es el único de los grandes mercados que carece de esta figura”.
Los retos del sector asegurador
Pilar González de Frutos ha destacado que, durante el pasado año, el sector asegurador ha mostrado un ejercicio sin grandes tendencias de crecimiento. “El volumen de facturación ha sido de 54.155 millones de euros, lo que supone una regresión del 0,42% sobre las cifras del año anterior”, ha especificado. Según muestran los datos provisionales recabados por Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (ICEA), de este importe, 36.629 millones de euros correspondieron al ramo de no vida y los 27.526 millones restantes al de vida.
“Mientras que la facturación del seguro de no vida muestra una tendencia a la expansión, incluso por encima de la economía española, las primas del seguro de vida han decrecido por el entorno de bajos tipos de interés”, ha aclarado.
Asimismo, ha señalado que en 2020 espera que el sector vuelva a crecer por encima de la economía y el seguro de vida ahorro registre un comportamiento mucho más estable, ya que, según explica, “no parece que las condiciones macroeconómicas vayan a tener un cambio radical como para justificar un comportamiento muy distinto».
Sin embargo, ha advertido que el seguro de vida se enfrentará a una situación más exigente a lo largo de este año. “Está impactado por la situación de tipos bajos y por la renovación de las tablas de supervivencia y fallecimiento. El reto será seguir manteniendo productos con garantía en un entorno prolongado de tipos bajos y tratar que las rentas vitalicias sigan siendo una opción atractiva a la hora de decidir cómo cobrar las prestaciones de los sistemas de previsión social y ahorro individual”.