La agencia especializada en información científica, SINC, ha publicado una entrevista con William Friedman, profesor de Biología Evolutiva y de los Organismos en la Universidad de Harvard, el cual ha dedicado toda su carrera al estudio de la diversificación evolutiva de las plantas.
Uno de los datos más llamativos que ha explicado en la entrevista realizada por Adeline Marcos, es que, desde el punto de vista de un biólogo evolutivo, entre las plantas se produce una gran cantidad de muertes prematuras. Por cada pájaro que ves por la ventana, 199 han muerto. Por cada planta que ves, ¿cuántas semillas han caído o han crecido un poco y no lo han conseguido?
Lo cierto es que el mundo de las plantas es muy complejo, y uno de los recientes descubrimientos del experto, es que las plantas, como los humanos y otros animales, tienen conversaciones entre progenitores. “Las madres tienen muchas semillas, pero seleccionan y rechazan las que creen que no son buenas porque tienen recursos limitados y deben decidir dónde invierten su alimento. Asimismo, reconocen las semillas que pueden estar emparentadas genéticamente y cierran la llegada del polen de manera bioquímica. Están continuamente filtrando padres. Es una de las grandes historias de las plantas y no creo que mucha gente la conozca”, ha explicado Friedman.
La riqueza de las plantas es innegable, al igual que su capacidad de adaptación y supervivencia, la cual, ha admitido Friedman, estamos poniendo en peligro. “Movemos cosas a través de todo el mundo y a veces no tenemos cuidado, seguimos introduciendo amenazas que podrían aniquilar a toda una especie. Pueden ser insectos, hongos o bacterias en los lugares más insospechados, como las suelas de mis zapatos”, explica.
¿Pueden las plantas adaptarse a la velocidad a la que estamos cambiando el planeta?
Según Friedman, el cambio climático agrava mucho la situación. “Los árboles pueden luchar contra la epidemia, como lo hacemos tú y yo si estamos sanos, pero ¿qué pasa si estamos estresados, somos mayores o nos alimentamos mal? En este sentido, las plantas son exactamente iguales que los humanos”, aclara.
“Si estamos experimentando una sequía y un árbol tiene que enfrentarse a un hongo, el estrés que padece por dicha falta de agua no le permitirá ser lo suficientemente fuerte. Esto se está viendo con insectos y aves por todo el mundo”. Sin embargo, la cuestión para el experto no es si esto nos preocupa o no, es si verdaderamente les preocupa a los que tienen el poder para tomar decisiones. “Ni las plantas, ni los pájaros, ni los insectos son nosotros. Si no puedes preocuparte por una planta, es posible que no puedas cuidar de otro ser humano”, ha señalado. Asimismo, ha insistido en que no debemos preocuparnos por la naturaleza porque si no lo hacemos perderemos la capacidad de alimentar el mundo, si no porque compartimos la Tierra con ellos.
«Las plantas pueden adaptarse, sí. ¿Pueden hacerlo rápidamente? Sí. ¿Pueden adaptase a la velocidad a la que estamos cambiando el planeta? Ya lo averiguaremos”, alerta el experto. Según señala, los cambios que estamos introduciendo ahora son tan rápidos que ciertos ecosistemas se derrumbarán.
En este sentido, Friedman pronostica un futuro muy rico gracias a la evolución, en el que duda si los humanos formaremos parte de él. “Lo más increíble de la vida es que es resiliente. El equilibrio puede volver. A lo mejor nosotros no somos lo suficientemente resilientes, pero en millones de años es posible que el planeta siga siendo verde y siga teniendo animales. Si queremos seguir siendo parte de ello, tenemos que ser más cuidadosos”, ha aconsejado.
Uno de los puntos positivos es que, según Friedman, cada vez hay más conciencia ambiental. “Hace 40 años, cuando empecé mis estudios, los científicos no hablaban al público, pensaban que no formaba parte de su trabajo. En los últimos 20 años el periodismo científico se ha convertido en una manera muy poderosa de ayudar a los científicos –que no eran buenos explicando cosas– a conectar con la gente. Ser científico no es solo hacer ciencia. Somos ciudadanos encargados de concienciar a otros”, ha concluido el experto.