Credit Suisse acaba de publicar un informe en el que ofrece una perspectiva demográfica enfocada en fundamentos y sostiene que, desde el punto de vista del consumidor y de los trabajadores, y sobre la base de un potencial de crecimiento, las economías emergentes siguen siendo relevantes e importantes para el crecimiento global. Son importantes para las compañías mundiales con base en sus grandes mercados potenciales, por los consumidores de la clase media emergente y los trabajadores que cada vez están más educados y calificados.
También, los mercados emergentes deberían seguir siendo atractivos desde una perspectiva de inversión y dados los menores mercados de renta variable y de renta fija, aunque con mayores ahorros en los mercados emergentes frente a la necesidad de infraestructura e inversiones. Lo anterior queda sujeto a las advertencias en torno al buen gobierno corporativo, la transparencia del proceso de inversión y la facilidad de repatriar ganancias de capital o dividendos en el extranjero.
El papel que juegan los mercados emergentes en el comercio mundial también se ha elevado. Aunque la heterogeneidad entre este tipo de mercados es alta, en un mundo globalizado donde el flujo de información, bienes, servicios y personas se ha facilitado, hay más mercados emergentes que ahora son parte de la diáspora de inversiones y la diáspora económica del mundo.
En la primera sección del informe, Credit Suisse reporta la importancia y relevancia de los consumidores y trabajadores de los mercados emergentes, así como la participación de este tipo de mercados en el comercio mundial y la capitalización de los mercados. Posteriormente, examina las diferencias demográficas entre las regiones desarrolladas y las que están en desarrollo, entre otras cuestiones.
Los diez mercados emergentes que utiliza Credit Suisse para su análisis incluyen a Brasil, China, India, México, Nigeria, Rusia, Sudáfrica, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos y Ucrania. Comparan dicha selección con los Estados Unidos, Alemania y Japón. Dichos mercados emergentes constituyeron el 32,4% del PIB mundial basado en PPP -Purchasing Power Parity o paridad del poder adquisitivo- en el año 2013, el 48,3% de la población mundial en el año 2013 y el 22,6% de las exportaciones mundiales en 2012. Entre los mercados emergentes seleccionados, la participación en el PIB mundial basado en PPP tuvo una variación desde el 0,3% en los Emiratos Árabes Unidos hasta el 15,4% en China el año pasado, mientras que la proporción en la población mundial tuvo una variación entre el 0,1% en los Emiratos Árabes Unidos hasta el 19,3% en China. La participación en las exportaciones mundiales osciló entre el 0,4% en Ucrania y el 10,4% en China en el año 2012.
Según los datos más recientes, las economías emergentes representan alrededor del 39% del PIB mundial en términos actuales de dólares, el 50,4% del PIB mundial en términos de PPP, el 82,5% de la población mundial, el 49,6% de las exportaciones mundiales y el 11,5% de la capitalización de mercados mundiales. El crecimiento del PIB en 2013 de los mercados emergentes fue del 3,4% anual, mayor que el de los países avanzados. El crecimiento de la población de las regiones en desarrollo proyecta un alcance del 1% por encima del de las regiones desarrolladas en 2010-2015. Su tasa de dependencia de la vejez proyecta un alcance del 40% frente a las regiones desarrolladas.
La teoría del dividendo demográfico atribuye la contribución de factores demográficos al crecimiento del PIB per cápita en dos etapas. La primera etapa aplica a aquellas economías emergentes jóvenes donde la juventud y las habilidades del capital humano juegan un papel importante. La segunda etapa se aplica a las economías más desarrolladas, donde el aprovechamiento de los ahorros acumulados a través de mercados de capitales bien desarrollados contribuye al crecimiento del PIB per cápita.
El dividendo demográfico potencial de la primera etapa sigue disponible para las economías jóvenes, como es el caso de la India, Nigeria, Sudáfrica, Turquía y México. Pueden cosechar el dividendo mediante el aumento de la educación y sus habilidades y una reducción en la brecha de participación en la fuerza laboral de los hombres y las mujeres. El primer dividendo parece haber concluido para Brasil, China, Rusia y Ucrania, por lo que es imprescindible contar con mercados financieros que capitalicen el crecimiento de sus ahorros durante la segunda etapa, y esto requiere de un mayor desarrollo de los mercados financieros.
El desarrollo del mercado financiero depende de otros factores institucionales como la ley y el orden, el riesgo político, el gobierno corporativo, la transparencia, etc. En el estudio de Credit Suisse, el caso de los Emiratos Árabes Unidos es el que registra menos corrupción, es el más competitivo y el más fácil para hacer negocios, y sin embargo es el menos democrático. Por otra parte, Ucrania y Nigeria están clasificados como los más corruptos y los menos competitivos. Estos factores institucionales deben mejorarse para así fomentar el desarrollo del mercado financiero.
La creciente clase media en estos países ofrece un gran potencial para las compañías mundiales. Se proyecta que en el futuro, una mayor parte de esta clase media provendrá de los mercados emergentes, ya que China e India están proyectados a superar a los Estados Unidos en términos de participación en el consumo de la clase media mundial.
Si quiere consultar el informe completo siga este link.