Generar vínculos, aportar orden y dar una visión externa de la situación son los valores que las madres aportan al funcionamiento de la empresa familiar. Un papel, el de las madres, que han desgranado, desde su propia experiencia, Pilar Gómez-Cuétara, presidenta de la Corporación Empresarial Pascual, y Sonia Pascual, presidenta del Club TEYPE de la misma corporación, en una jornada organizada por ESADE Alumni y la Asociación de la empresa Familiar de Madrid, ADEFAM.
Ambas mujeres han explicado que su principal aportación a la historia de este importante grupo empresarial ha consistido en inspirar valores como el orden y la valentía, que a la postre se han revelado como claves en el desarrollo de la empresa y su transformación y han trascendido a sus descendientes.
Pilar Gómez-Cuétara, procedente de una familia de empresarios, ha afirmado: “Nunca he sido una mujer en la sombra”. Acompañó a su marido, Tomás Pascual, en casi todos sus viajes y fue testigo y, al mismo tiempo, consejera de las grandes decisiones de la empresa. Así lo ha corroborado también su hija Sonia Pascual, que señala que esta visión ha tenido su reflejo en la “transmisión de los valores a la familia y en la transformación de los sistemas, desde la creación del producto hasta las actividades sociales ”.
En la trayectoria de la Corporación Pascual han quedado muy patentes las ideas de Pilar Gómez-Cuétara, y se aprecian especialmente en el orden que presenta la estructura empresarial del Grupo, muy compartimentada y con un diseño de las responsabilidades muy preciso. Grupo Empresarial, Club TEYPE , Fundación y la Inmobilaria reparten objetivos y trabajo de manera clara y exacta. Al mismo tiempo, la obsesión de Pilar por la formación se ha convertido en otra de las áreas clave en el trabajo de la Fundación Pascual.
Aunque el fundador del Grupo, Tomás Pascual, puso las bases para realizar el relevo generacional en la figura de sus cuatro hijos, Pilar, como matriarca, ha sumado aspectos indispensables como la formación y la comunicación en este proceso. Su hija, Sonia Pascual, destaca además la capacidad de análisis de los hechos que aporta su madre y que impacta de manera de directa en la transformación y el buen funcionamiento de la empresa.
Orden y la valentía son aspectos directamente inspirados por las madres en la empresa familiar, y en Pascual, estos dos valores se han llevado hasta sus últimas consecuencias. Ello ha dado lugar a una estructura piramidal dentro del grupo y la familia, en la que todos participan, dependiendo de sus responsabilidades. “Con la comunicación, la gestión de las diferencias es mucho más fácil, y hace posible que se mantenga el legado y que se transforme para seguir creciendo”, ha concluido Sonia Pascual.