En Europa se gestionan activos por valor de 8,7 billones de dólares con criterios de inversión responsable, que suponen el 65% de los activos mundiales bajo esta filosofía (13,5 billones de dólares). El continente es pionero en inversión responsable, y su desarrollo va en aumento… al igual que el de la industria de fondos con estas políticas. Los fondos de inversión europeos con criterios ISR acumulan un volumen cercano a los 110.000 millones de euros, apenas un 2% del patrimonio total en fondos en el continente pero una cifra con muchas papeletas para crecer.
Ante la creciente demanda de los inversores por productos, y entre ellos fondos, con este sesgo en sus inversiones, las autoridades quieren tener bien definidos aquellos que llevan la etiqueta ISR. La idea es asegurar que los proveedores de este tipo de productos ofrezcan una gestión verdaderamente responsable, digna de su nombre, para asegurar el éxito de la marca y evitar las decepciones. Y, al mismo tiempo, crear un distintivo claro para estos productos.
En esta línea, algunos países se están moviendo y exigen a los proveedores que cumplan determinados requisitos para poder llevar esa etiqueta. El último en hacerlo ha sido Luxemburgo, donde la agencia de etiquetas de fondos (la Luxembourg Fund Labelling Agency o LuxFLAG) ha anunciado el lanzamiento de la etiqueta ESG (ASG, en español), que será otorgada a los fondos que cumplan ciertos criterios relacionados con sus objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza (Environment, Social and Governance, en inglés). Está disponible tanto para fondos UCITS como para los no UCITS o los que están bajo la normativa alternativa (AIMFD), domiciliados en Europa o en jurisdicciones equivalentes. Según ha explicado la agencia en un comunicado, ya hay tres gestoras que han solicitado la etiqueta: OFI Asset Management, Nordea y Sparinvest.
Hasta ahora, LuxFLAG venía ofreciendo dos etiquetas temáticas dentro de la ISR: las microfinanzas y los fondos con políticas medioambientales. El número de fondos bajo esas etiquetas ha venido creciendo en los dos últimos años, según explican, debido al auge de la inversión responsable en el continente. Pero ahora la agencia ha querido dar un paso más, creando una tercera etiqueta dentro de la inversión responsable para aquellos fondos con criterios no solo medioambientales, sino también sociales y corporativos.
La etiqueta es válida para un periodo de un año y con posibilidad de renovación. Es otorgada a instancias de una solicitud por parte de la gestora, una vez un auditor ha revisado toda la información proporcionada y tras la recomendación del Comité de elegibilidad formado por especialistas de LuxFLAG (compuesto por Nathalie Dogniez, socia de PwC en Luxemburgo; Ulrika Hasselgren, presidenta de Ethix SRI Advisors en Suecia; Adrie Heinsbroek, asesora de sostenibilidad de ING en Holanda; Nicolas Hennebert, socio de Deloitte en Luxemburgo; y Hakan Lucius, responsable de la división de Responsabilidad Corporativa y Sociedad Civil en el Banco Europeo de Inversiones).
“En los últimos diez años, el sector de inversión responsable ha crecido a un ritmo que ha dejado atrás el crecimiento en otras estrategias. La etiqueta LuxFLAG ESG es una nueva herramienta en el amplio rango de iniciativas que animan a los partícipes de los fondos a actuar de forma responsable y buscan un futuro más sostenible. Apoyamos fuertemente este objetivo”, indica Pierre Gramegna, ministerio de Finanzas del Gran Ducado.
Según explica Thomas Seale, president de la agencia LuxFLAG, la nueva etiqueta solo es apropiada para aquellos fondos que realmente incorporen criterios disciplinados de ASG en sus procesos de inversión. “Ayudará a esos fondos a diferenciarse de otro tipo de oferta y ayudará a los inversoers a tomar decisiones informadas, gracias a la mayor transparencia y visibilidad que las etiquetas proporcionan”, afirma. En su opinión, la etiqueta ASG viene a cubrir un gap existente en el mercado europeo, donde no hay fondos etiquetados como tal.
La propuesta en España
Pero ya hay algo muy similar en España. Aunque lo normal es que la etiqueta que llevan fondos de este tipo no sea tan específica y haga más bien referencia a la inversión responsable en general, en España ya existe la posibilidad de que las IIC sean marcadas por su cumplimiento de criterios “medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG)». Inverco, su asociación de fondos, lanzó el mes pasado una circular que sustituye a la anterior Circular de IIC Éticas de 1999 y que establece el calificativo de IIC de inversión responsable, dictando que una IIC tiene una política de inversión socialmente responsable cuando “los valores en cartera o la mayoría de los mismos cumplen con criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo”.
Inverco pide que la inclusión de estos criterios se refleje expresamente en la documentación al partícipe o accionista. Y, al igual que la anterior circular, establece que “sólo las IIC que cumplan con los requisitos establecidos podrán incluir en su denominación las partículas “ISR”, “ASG” o equivalentes”, para diferenciarse del resto. Es decir, solo los fondos que los cumplan pueden llevar la etiqueta ASG, en línea con la ESG luxemburguesa.
A nivel europeo no hay requisitos comunes. Pero sí hay una marca destinada a gestoras con fondos que invierten en empresas con proyectos de carácter social, la marca FESE (EuSEF en inglés). En abril de 2013, el Parlamento y el Consejo Europeo aprobaron el reglamento que regula este tipo de fondos.