En 2018 la venta de pisos en España aumentó más de un 10%, según el INE. Estos datos se traducen en que más de medio millón de inmuebles cambiaron de manos el año pasado.
Según la proptech Tiko, casi siete de cada diez vendedores de vivienda en España son hombres, con una edad media de 52 años. En cuanto a su nivel de formación, resulta destacable que ocho de cada diez vendedores cuentan con estudios superiores. Por último, sobre su estado civil, lo más habitual es que estén casados (43%). Sin embargo, comienza a ser común la venta de viviendas por parte de divorciados (14%).
Una vivienda adaptada a cada momento de la vida
Una de las motivaciones más frecuentes que llevan a querer vender la vivienda habitual es el traslado a otras partes del territorio nacional. En este punto pueden darse varias opciones, que los propietarios deben irse a vivir a otra localidad por motivos laborales, deseen dejar el centro de la ciduad para mudarse al extrarradio o que necesiten una propiedad que se adapte mejor a sus circunstancias personales.
Para Ana Villanueva, CEO de Tiko, “todos buscamos un inmueble que se adapte a nuestras circunstancias personales, que varían a lo largo de la vida. Por ejemplo, tenemos hijos o nos cambiamos de trabajo y queremos vivir más cerca de la nueva oficina. Los motivos pueden ser variados pero el objetivo es siempre tener una casa que responda a nuestras necesidades de cada momento”.
Por último, el estudio también desprende que más de dos de cada diez ventas se realizan tras recibir como herencia una propiedad. En estos casos, los herederos no están interesados en conservar el inmueble y deciden que la mejor solución es venderlo.