El BCG Henderson Institute ha publicado un estudio que cuestiona las percepciones generalizadas sobre la “gig economy” y la amenaza potencial que su crecimiento representa para la estabilidad y los derechos laborales. El informe se basa en investigaciones que incluyen encuestas a más de 11.000 trabajadores en 11 países distintos, así como a entrevistas con líderes y directivos de compañías.
El informe concluye que la “gig economy” y el desarrollo a menudo criticado de las plataformas digitales de trabajo compartido, como Uber, TaskRabbit y Upwork, ofrecen oportunidades significativas para que los trabajadores y las empresas se beneficien. El informe determina, por ejemplo, que ‘los nuevos freelance‘ que usan estas plataformas de la “gig economy” son a su vez beneficiarios y víctimas de la disrupción.
Una de las principales conclusiones que ha sacado el informe es que el tamaño real de la “gig economy” es mucho menor de lo que parece. “El uso de plataformas de trabajo compartido como fuente principal de ingresos de los trabajadores es todavía relativamente modesto, particularmente en mercados maduros ronda entre el 1% y el 4% de los trabajadores en Estados Unidos, Alemania, Suecia, Reino Unido y España. Sin embargo, entre el 3% y el 10% adicional de los trabajadores en las economías maduras, y más del 30% en algunos países en desarrollo (India y China), utilizan las plataformas de la ‘gig economy’ como una fuente secundaria de ingresos”, expresa el informe.
El informe ha querido desmitificar los prejuicios que rodean a esta economía que según afirman “estimula la creación empleo y beneficia a los trabajadores y no es exclusiva de trabajadores poco cualificados y mal pagados”. El estudio desprende que el trabajo independiente que es de baja habilidad y de bajos salarios representó solo el 50% de las tareas adquiridas a través de plataformas. Gran parte del resto comprendía trabajos mejor calificados y mejor pagados, como el desarrollo y diseño de software.
Muchos trabajadores de la “gig economy” afirman que las plataformas cumplen con los objetivos y las necesidades más allá de la compensación, como una mayor autonomía y, sobre todo, mayor flexibilidad. Según datos del informe el empleo de los nuevos freelance permitirá a las empresas adaptarse a la disrupción de los entornos corporativos.
El 40% de los encuestados en una encuesta global de 6.500 ejecutivos afirmaron que esperaba que los freelance representaran una mayor participación de la fuerza laboral de su organización en los próximos cinco años. En este contexto los autores defienden que “las corporaciones deberán desarrollar los sistemas de soporte y las capacidades correctas para garantizar que los freelance estén incentivados a desarrollarse”.