Se estima que para el año 2050 la población mundial alcance los 10.000 millones de personas y un 70% viva en entornos urbanos. Estos datos cobran mayor importancia si tenemos en cuenta que según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), muchos hogares destinan entre un 60% y un 80% de los recursos económicos a los alimentos.
Según un informe de Randstad, la agricultura vertical puede solucionar muchos problemas, especialmente los relacionados con la alimentación de una población mundial en constante crecimiento. Esta modalidad de cultivo fue desarrollada en 1915 por Gilbert Ellis Bailey y se fundamenta en la disminución de la superficio de terreno cultivable en favor de los terrenos urbanos.
La agricultura vertical facilita el cultivo de alimentos gracias al uso de tecnologías como la hidroponía o la aeroponía al tiempo que supone una ventaja a la hora de la organización, ya que la producción se encontraría más cercana al punto de consumo.
Por último, se maximiza la capacidad de crecimiento por volumen cúbico, permite cultivar durante todo el año y se obtiene una mejor eficiencia en el uso del agua.
Los huertos verticales presentan otros beneficios adicionales en el uso urbano cotidiano. Con el cultivo de plantas se ayuda disminuir la temperatura ambiente, contribuye a reducir el efecto de la contaminación acústica y resulta fácil de mantener. A su vez, ayuda a mejorar la calidad del aire gracias al proceso de la fotosíntesis y el aroma que desprenden los distintos tipos de cultivos.
Cultivos hidropónicos y aeropónicos
El método que las unifica es la no utilización del sustrato, es decir, las raíces quedan suspendidas en el agua con la finalidad de reducir considerablemente la contaminación que produce en el medio ambiente la producción agropecuaria que, según la FAO, es una de las principales fuentes de contaminación del agua por el uso de nitratos, fosfatos y plaguicidas, además de contribuir a la emisión de gases de efecto invernadero.
Los cultivos hidropónicos y aeropónicos se han visto potenciados para contrarrestar los efectos de los métodos tradicionales sobre el planeta. Su cuidado no está sujeto a la meteorología, se puede cultivar en zonas cerradas con la temperatura adecuada.
Además, no es necesaria maquinaria agrícola para su recolección y permite obtener cosechas fuera de la estación correspondiente. A su vez, presenta una reducción considerable en el uso del agua.
El futuro de los huertos verticales urbanos
Los edificios de oficinas, centros comerciales o viviendas son los escenarios que sirven de invernaderos verticales automatizados para cultivar todo tipo de hortalizas, plantas o frutas. Un ejemplo de ello es la empresa Plantagon, la cual ha desarrollado una línea vertical de producción de alimentos que utiliza sistemas robotizados y cintas transportadoras para cuidar los cultivos. Además, ha iniciado la construcción del primer edificio de oficinas destinado a la agricultura vertical.
Los múltiples avances tecnológicos que se desarrollan se explican por la necesidad de hacer más sostenibles estos huertos verticales. Uno de ellos se centra en reducir la energía utilizada en estos cultivos mediante, por ejemplo, los sistemas OLED que pueden aumentar hasta un 20% la eficiencia energética en comparación con los LED, el sistema más generalizado en estos proyectos.
Por otra parte, si el Big Data ya cobra especial protagonismo en las tendencias del futuro, la agricultura indoor tampoco escapa a sus beneficios. La automatización completa de estos cultivos facilita que las cosechas sean más homogéneas, que disminuya el desperdicio alimentario y permite que no se dependa de las condiciones externas: clima y temperatura, principalmente.
Y por último, un paso más hacia la automatización total, la introducción de los robots, la inteligencia artificial y realidad aumentada permitirán ofrecer una mejor asistencia a los productores.
En definitiva, la demanda de alimentos, la escasez de tierra cultivable y el cambio climático obligan al sector a adaptarse a un futuro más sostenible y la agricultura vertical es una de las opciones que resuena con más fuerza.