El informe «Credit Suisse Family 1000 2018», que publica el Credit Suisse Research Institute (CSRI), muestra que, a largo plazo, las empresas familiares superan a los mercados generales de renta variable en todas las regiones y sectores. Las empresas de propiedad familiar registran un mayor crecimiento de ingresos en todas las regiones y generan más altos niveles de rentabilidad, lo que a su vez confirma la sólida apreciación relativa del valor de las acciones observada desde 2006. Solo en 2017, las empresas familiares generaron un 34% más de retorno de flujo de caja sobre la inversión (CFROI) que sus pares de propiedad no familiar.
El CSRI analizó su base de datos de más de 1.000 empresas familiares cotizadas y de diferentes tamaños, sectores y regiones y comparó su rendimiento a diez años con el rendimiento financiero y la evolución del valor de la acción de un grupo comparativo de más de 7000 empresas no familiares de todo el mundo. Como novedad este año, el análisis también evalúa aquellas empresas familiares, o las que están en manos de su fundador, con mejor rendimiento a tres, cinco y diez años en cada una de las regiones y estudia sus puntos en común.
El informe concluye que las empresas de gestión familiar presentan un crecimiento y una rentabilidad superiores que las empresas de gestión no familiar. En concreto, el crecimiento de los ingresos es más sólido, los márgenes de EBITDA son más altos, los retornos de flujo de caja son mejores y el apalancamiento es menor.
Además, las empresas familiares incluidas en la encuesta muestran una clara preferencia por el crecimiento conservador. La empresa familiar media se apoya menos en la deuda como fuente de financiación que la empresa no familiar media. Tener un enfoque de inversión a más largo plazo proporciona a las empresas la flexibilidad de alejarse del calendario de beneficios trimestrales y centrarse en el crecimiento, los márgenes y los retornos a lo largo del ciclo. Asimismo, les permite tener un perfil de flujo de caja más regular y reducir así la necesidad de financiación externa. Todo ello, a su vez, ha contribuido a que se produzca un rendimiento superior del valor de las acciones de las empresas familiares desde 2006. Nuestro análisis indica que las empresas familiares o empresas gestionadas por su fundador con mejor rendimiento a tres, cinco y diez años se encuentran en Alemania, Italia, India y China.
El informe destaca, por otra parte, que los periodos de rendimientos inferiores no están relacionados con las condiciones macroeconómicas. «Si bien no parece haber una estrecha relación entre las condiciones macroeconómicas o el sentimiento general del mercado de renta variable y los retornos relativos de las empresas familiares, sí observamos que en los periodos de rápida mejoría de las condiciones económicas tienden a coincidir con mayor frecuencia con retornos relativos más débiles de las empresas familiares. En nuestra opinión, esto se debe a sus rasgos más defensivos o conservadores y ayuda a explicar el menor retorno relativo del valor de las acciones durante el primer semestre de este año», sostiene el informe.
Otro aspecto relevante es que las retribuciones a los accionistas no están relacionadas con la estructura de sus votos. Al examinar la retribución total a los accionistas de las empresas familiares con acciones ordinarias frente a las empresas con derechos de voto especiales, la diferencia fue insignificante, lo que indica que las dudas de los inversores en torno a este tema son injustificadas.
Por último, el riesgo en cuanto a la sucesión de estas empresas puede estar sobrevalorado. El informe muestra que en los últimos diez años, las empresas familiares de primera y segunda generación han obtenido mayores retornos ajustados por riesgo que sus pares de mayor antigüedad. El informe no considera que esto se deba a los retos relacionados con la sucesión, sino que es un reflejo de la madurez de la empresa. El informe ilustra que las empresas familiares más jóvenes tienden a ser valores de crecimiento de pequeña capitalización, constituyendo un modelo con sólidos resultados, mientras que las empresas más antiguas tienen menos probabilidades de verse situadas en los «nuevos» sectores más disruptivos (es decir, los tecnológicos), que por su naturaleza ofrecen un crecimiento mucho más robusto.
Eugène Klerk, analista jefe de Inversiones temáticas de Credit Suisse y autor principal del informe, comenta que «este año nos encontramos con que las empresas familiares continúan superando a sus pares en todas las regiones y en todos los sectores, independientemente de su tamaño. Creemos que esto se debe a las perspectivas a más largo plazo de las empresas familiares, que recurren menos a la financiación externa e invierten más en investigación y desarrollo. Nuestro estudio a escala mundial también indica que las empresas familiares con estructuras especiales de derechos de voto se desempeñan de manera relativamente similar a las que tienen acciones ordinarias, lo que contradice los temores expresados por muchos inversores».
Michael O’Sullivan, director regional de Inversiones de EMEA en Credit Suisse, subraya que, «las empresas familiares representan una proporción significativa en muchos lugares del mundo, pero constituyen un área relativamente inexplorada en términos de investigación y análisis. El equipo del CSRI se ha propuesto elaborar estos informes con el objetivo de analizar las empresas familiares, comprender su desempeño y cuál es su motivación. Nuestros resultados muestran que generan un mejor crecimiento de ingresos y márgenes y que sus balances son menos arriesgados, lo que las convierte en objeto ideal para los inversores».