Una economía más verde redundará en la creación de 24 millones de nuevos empleos de aquí a 2030 si se ponen en práctica las políticas adecuadas. Según el informe de la OIT, Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2018: Sostenibilidad medioambiental con empleo , la acción dirigida a limitar el calentamiento global a dos grados centígrados creará empleos suficientes para compensar ampliamente la pérdida de seis millones de empleos en otros sectores.
Los nuevos empleos serán creados a través de la adopción de prácticas sostenibles en el sector de la energía, incluyendo cambios en la combinación de fuentes de energía, la promoción del uso de vehículos eléctricos y la mejora de la eficiencia energética de los edificios.
Los servicios ecosistémicos, que incluyen la purificación del agua y el aire – la renovación de los suelos y la fertilización, el control de las plagas, la polinización y la protección contra las condiciones climáticas extremas – apoyan, entre otros, la agricultura, la pesca, la silvicultura y el turismo, que emplean a 1.200 millones de trabajadores.
Pero el incremento previsto de la temperatura, hará que el estrés térmico sea más común, sobre todo en la agricultura. Esto puede causar problemas de salud como el agotamiento o el golpe por calor. El informe estima que, a nivel mundial, el estrés térmico causará una pérdida del 2% de horas trabajadas de aquí a 2030 debido a las enfermedades.
“Las conclusiones de nuestro informe ponen de manifiesto que los empleos dependen en gran medida de un ambiente saludable y de los servicios que proporciona. La economía verde puede permitir que millones de personas más superen la pobreza, y proporcione mejores medios de subsistencia para esta generación y las futuras. Este es un mensaje muy positivo, una oportunidad en un mundo de opciones tan complejas”, explica Deborah Greenfield, directora general adjunta de la OIT.
Creación de empleo neto en América, Asia y Europa
A nivel regional, habrá una creación neta de puestos de trabajo en las Américas, Asia y el Pacífico y Europa representando unos 3 millones, 14 millones y 2 millones de empleos respectivamente, gracias a las medidas adoptadas en la producción y uso de energía.
En cambio, podría haber pérdidas netas de empleos en el Oriente Medio (-0,48 por ciento) y África (-0,04 por ciento) si persisten las tendencias actuales, debido a la dependencia de estas regiones en los combustibles fósiles y en la minería, respectivamente.
El informe exhorta a los países a adoptar medidas urgentes dirigidas a formar a los trabajadores en las competencias necesarias para la transición hacia una economía más verde, y proporcionarles una protección social que facilite el pasaje a nuevos puestos de trabajo, contribuya a prevenir la pobreza y reduzca la vulnerabilidad de los hogares y las comunidades.
“Los cambios de las políticas en estas regiones podrían contrarrestar la pérdida de empleos prevista o su impacto negativo. Los países de bajos ingresos, y algunos de ingresos medios, siguen necesitando ayuda para desarrollar sistemas de recopilación de datos, y para adoptar y financiar estrategias encaminadas a una transición justa hacia economías y sociedades sostenibles desde el punto de vista medioambiental que incluya a todos los individuos de todos los grupos de la sociedad”, señala Catherine Saget, principal autora del informe.