El afán por alcanzar la perfección en cuerpo, mente y carrera entre los estudiantes universitarios actuales ha aumentado significativamente respecto a las generaciones anteriores. Este fenómeno «perfeccionista» que podríamos considerar positivo podría estar afectando a la salud mental de los jóvenes, según una investigación publicada por la Asociación Estadounidense de Psicología.
Se trata del primer análisis que se centra en las diferencias generacionales en términos de perfeccionismo, según explica su autor Thomas Curran, investigador de la Universidad de Bath. Junto a él, Andrew Hill, de la Universidad St John de York sugieren que el perfeccionismo implica «un deseo irracional de éxito al tiempo que son demasiado críticos con ellos mismos y con los demás».
Curran y Hill analizaron datos de 41.641 estudiantes universitarios estadounidenses, canadienses y británicos desde finales de la década de 1980 hasta 2016. Se centraron en tres tipos de perfeccionismo: el auto orientado o un deseo irracional de ser perfecto, el prescrito socialmente o la generación de expectativas excesivas sobre los demás y el orientado a otros atribuyendo estándares de perfección poco realistas sobre otras personas.
El estudio, publicado en la revista Psychological Bulletin, reveló que las generaciones más recientes de estudiantes universitarios registraron puntuaciones significativamente más altas para cada forma de perfeccionismo que las generaciones anteriores. Específicamente, entre 1989 y 2016, la puntuación de perfeccionismo auto orientado aumentó en un 10%, el prescrito socialmente se incrementó en un 33% y el orientado en otros aumentó en un 16%.
«El aumento del perfeccionismo entre los millennials está siendo impulsado por una serie de factores», según Curran. «Los datos sugieren que las redes sociales presionan a los jóvenes para que se perfeccionen en comparación con los demás, lo que los hace insatisfechos con sus cuerpos y aumenta el aislamiento social», sostiene Curran aunque admite que esto no ha sido probado y es necesaria más investigación al respecto.
El interés por ganar dinero, la presión por recibir una buena educación y establecer objetivos profesionales elevados son otras áreas en las que los jóvenes de hoy exhiben ese perfeccionismo. En otro ejemplo, Curran cita el afán de los estudiantes universitarios por perfeccionar sus calificaciones y compararlas con las de sus compañeros.
Estos ejemplos, según Curran, representan un aumento de la meritocracia entre los millennials, en el que las universidades fomentan la competencia entre los estudiantes para ascender en la escala social y económica. «La meritocracia establece una fuerte necesidad de que los jóvenes se esfuercen, se desarrollen y alcancen el éxito», dijo Curran. «Los jóvenes devuelven esa presión que reciben con expectativas educativas y profesionales cada vez más irreales para ellos mismos».
Referencia: Thomas Curran, Andrew P. Hill. Perfectionism Is Increasing Over Time: A Meta-Analysis of Birth Cohort Differences From 1989 to 2016.. Psychological Bulletin, 2017