La vivienda ha sido durante décadas la inversión estrella de las familias en España. El boom inmobiliario de hace unos años, con crecimientos anormalmente altos del precio de los inmuebles, acentuó la percepción de que el ladrillo era una inversión sólida donde colocar los ahorros. Esto ha propiciado que España se sitúe como uno de los países con mayor porcentaje de viviendas en propiedad de toda la Unión Europea ya que, según datos de Eurostat correspondientes a febrero de 2017 y recogidos por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), el 78,2% de los españoles tiene una vivienda en propiedad, frente al 69,5% de la media europea.
Sin embargo, a pesar de que la crisis ha evidenciado que este modelo ilíquido no estaba exento de riesgos, según el «IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente», realizado por Rastreator.com, el 62,3% de los españoles se ha comprado una casa o aspira a comprársela, e incluso uno de cada cuatro españoles afirma que ahorra o ahorraría para comprar una casa. Esta intención de tener una vivienda en propiedad se manifiesta en mayor medida entre los hombres (63,2%) frente a las mujeres (61,4%) y entre los adultos de mediana edad – de 35 a 44 años – según afirman siete de cada diez (70,6%), en contraposición a los más jóvenes – de 18 a 24 años – donde solo el 38% aspira a comprar una casa o ya lo ha hecho.
Motivaciones para comprar una casa
La compra de una vivienda es una de las decisiones financieras más importantes a las que se enfrenta una persona en su vida y los motivos para hacerlo son muy variados: independencia, rentabilidad, seguridad… Sin embargo, el motivo principal por el que los españoles adquirirían una casa es porque lo ven como una opción sin riesgos donde colocar los ahorros. Precisamente, según el estudio de Rastreator.com, el 29,8% de los españoles afirma que ha comprado o aspira a comprar una vivienda porque lo considera una inversión segura.
Otros motivos que ganan terreno entre los compradores son aprovechar el aumento del precio de los alquileres – el 28,2% compraría una casa porque paga lo mismo o más de alquiler que de hipoteca – o los mínimos históricos del Euríbor, índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas: – el 4,4% lo haría porque los tipos de interés son bajos actualmente .
A pesar de que España sigue siendo un país muy arraigado a la compra de viviendas, una parte importante de la población no considera esta opción. Entre los motivos por los que alegan no haber comprado una casa o no anhelar a comprarla, la razón primordial es no poder permitírselo económicamente, tal y como afirma un 22,4% de los españoles. Además, un 8,5% no quiere comprar una vivienda porque no quiere endeudarse y un 6,8% porque no quiere atarse a ningún lugar concreto.
En cuanto a las diferencias por género, son precisamente las mujeres las que consideran en mayor medida la compra de una vivienda como una inversión segura (30,8% ellas vs. 28,7% ellos), pero también son las que menos pueden permitírselo económicamente (23,1% mujeres frente al 21,7% hombres). Por su parte, los hombres son los que más aprovecharían la subida de los precios del alquiler (29,2% ellos vs. 27,1% ellas), pero también los que menos quieren atarse a un lugar concreto mediante la adquisición de una casa (7,1% hombres frente al 6,5%).
Y en lo referente a las discrepancias generacionales, los adultos de entre 55 y 65 años son los que más ven la compra de una vivienda como una vía de inversión segura (36%) y los de entre 35 y 44 años los que más aprovecharían la subida de los precios del alquiler (35,2%), mientras que, como resulta lógico, los jóvenes de entre 18 y 24 años son los que menos pueden permitirse comprar una casa (41,2%) y también los que menos ataduras querrían tener (el 11,8% no compraría una casa para no atarse a un lugar).
Fernando Summers, CEO de Rastreator.com, añade que “adquirir una casa es una de las decisiones financieras más importantes a las que nos enfrentamos en la vida, entre otros factores, por el alto desembolso que implica. Por ello, es muy importante comprender bien el mercado, estar informado de las particularidades del mismo y conocer las diferentes formas de financiación y condiciones de las hipotecas, para detectar la que resulte más óptima en cada caso”.