Desde que los inversores se vieron sorprendidos el pasado mes de mayo por la declaración del entonces jefe de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en la que informaba de que el FOMC había analizado la reducción de su programa de flexibilización cuantitativa, los tipos de interés han aumentado a nivel global y se espera que continúen esta tendencia en 2014, según explica Adeline Ng, responsable de renta fija asiática de BNP Paribas Investment Partners.
En este entorno de subidas de tipos, las carteras de renta fija se preparan adoptando posiciones de baja duración, pues los inversores así lo demandan. “Un entorno de aumento de tipos de interés crea una demanda de productos de corta duración, puesto que cuanto más corta sea la duración, menor será el impacto de una subida en los tipos”, explica. Sin embargo, estas bajas duraciones están reñidas, en algunos casos, con rentabilidades aceptables, o al menos capaces de batir a la inflación.
Por eso, en esa búsqueda de activos de renta fija que, aun adoptando bajas duraciones puedan ofrecer retornos, Ng propone una solución: los bonos denominados en reminbis (RMB), tanto de empresas chinas como de compañías de otros lugares del mundo. “El índice HSBC Offshore RMB Bond tiene una duración media relativamente corta de sólo 2,7 años, pero proporciona una rentabilidad del 4,1%. Por lo tanto, puede ofrecer una rentabilidad más elevada a corto plazo que sus homólogos europeos y estadounidenses”, explica a Funds Society.
Según comenta, esta atractiva rentabilidad no está limitada únicamente a emisores chinos, puesto que el mercado RMB offshore incluye muchos emisores internacionales que emiten bonos denominados en RMB offshore (bonos denominados en Hong Kong o en otros mercados offshore que negocian bonos en renminbi) para financiar sus operaciones en China. Para esos emisores internacionales, explica, la rentabilidad adicional está en el rango de 150 puntos básicos a 200 puntos básicos frente a los bonos emitidos en su divisa local. Algunos ejemplos de emisores europeos incluyen nombres tan conocidos como Volkswagen, Renault, BP o Lloyds.
Y además, tienen una alta calidad. “La calidad media crediticia de los bonos RMB offshore es A-/BBB+, basada en calificaciones de agencias externas y en estimaciones nuestras utilizando nuestro modelo interno de calificación crediticia, siendo más del 80% de las emisiones con grado de inversión”.
¿Qué pasa con la divisa?
Pero esta apuesta suscita una preocupación: el tapering de la FED también ha llevado a un incremento de la volatilidad de las divisas, que han sufrido particularmente las divisas emergentes. “El RMB ha ido en contra esta tendencia apreciándose más del 1,2% frente al dólar estadounidense durante este periodo. Desde 2006, el CNY, que utilizamos como proxy para el RMB offshore debido a su histórico de cotización más largo, se ha apreciado en más del 25% o cerca del 3% anualizado frente al dólar”, matiza la experta.
“Esperamos que el CNY continúe su tendencia en 2014. Vemos muy poco riesgo de caída ya que el Banco Popular de China quiere internacionalizar su divisa y para ello debe hacerla atractiva a la demanda exterior. Así pues, no pensamos que el Banco Central vaya a permitir su depreciación. La volatilidad implícita de la divisa en relación al USD es menor del 3% para 2014”, apostilla.