El volumen de inversión de capital riesgo alcanzó los 3.046,5 millones de euros en el primer semestre del año, más del triple que en el mismo periodo de 2016 (entonces 967,6 millones), según los datos presentados por la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri).
Este crecimiento, con 294 inversiones realizadas, apunta a que 2017 será «un año récord», ha declarado el presidente de Ascri, Juan Luis Ramírez, y confirma la tendencia del semestre anterior así como el «apetito» de los fondos extranjeros por España, ya que fueron responsables del 79% del volumen invertido.
Ramírez ha achacado estos datos a la «buena coyuntura» económica española y la recuperación de la confianza, pues se han basado en el «elevado» número de grandes acuerdos (ocho inversiones de más de 100 millones de euros); la actividad de los inversores internacionales (que aportaron 2.416 millones); y el «excelente» comportamiento del «middle market» (inversiones en equity entre 10 y 100 millones).
En este último apartado, el informe señala que hubo un total de 28 operaciones que sumaron 786 millones de euros, con un predominio de inversiones en pymes, pues el 84% de estas operaciones fueron inferiores a 5 millones. Respecto a la inversión en capital riesgo o financiación de empresas emergentes, sus resultados se moderaron al decrecer un 18 % interanual, con un volumen total de 211 millones de euros en 205 operaciones.
En líneas generales, los sectores que más inversión recibieron fueron bienes y servicios de consumo (38%); energía y medio ambiente (24%); actividades financieras (15%); y medicina, salud y biotecnología (10%). Por número de operaciones, sin embargo, predominaron tecnologías de la información (43%); bienes y servicios de consumo (15%); y medicina, salud y biotecnología (14%). Por otro lado, la desinversión aumentó hasta duplicarse (2.023 millones frente a los 934 del año anterior) y puede batir su nivel máximo al terminar el ejercicio, ha asegurado Ramírez.
El informe destaca, asimismo, que la captación de dinero por parte de las entidades nacionales privadas ha alcanzado los 1.133 millones, a pesar del cierre de fondos en los últimos dos años, gracias a las buenas perspectivas macroeconómicas en España, la estabilidad política y la «abundante» liquidez.
Para el segundo semestre, el presidente de Ascri ha afirmado que esperan un periodo «cargado» de operaciones, en especial en energías renovables y las relacionadas con el sector financiero, y cerrar así el año por encima del nivel de inversión más alto registrado en España, los 4.076 millones de euros de 2005. Por último, desde la asociación han reclamado «cambios» en la legislación enfocados en «eliminar trabas» para los inversores institucionales españoles y que puedan competir así «en igualdad de condiciones» con los extranjeros