La inversión en fondos de inversión y planes de pensiones no solo tiene beneficios para los ahorradores. Según recuerdan desde Inverco, el impulso a estos dos vehículos de ahorro, uno ilíquido y el otro líquido, también tiene importantes efectos en el apoyo a la financiación de la economía, la contribución a la sostenibilidad de la recaudación fiscal presente y futura y la contribución al logro de los objetivos del Plan de Reestructuración, Transformación y Resiliencia.
Apoyo a la financiación de la economía
El papel de la inversión colectiva (fondos de inversión y fondos de pensiones) como fuentes de financiación de la economía global, así como su papel en los flujos de capital y en la transmisión del ciclo económico global, ha crecido de forma relevante en los últimos años, al tiempo que la importancia del sector bancario en la expansión de la liquidez global se ha reducido tras la última crisis financiera, adquiriendo una gran relevancia los flujos de cartera en lo que el BCE denomina “second phase of global liquidity”, explican desde Inverco.
Respecto a ello, el BCE proporciona evidencias empíricas sobre la importancia creciente de la intermediación financiera no bancaria en esta última década y su notable implicación sobre la estabilidad financiera. En el caso de España, el crecimiento experimentado por la inversión colectiva en los últimos años ha permitido a los fondos de inversión y fondos de pensiones desempeñar dos de sus roles más relevantes, como financiador de la economía nacional y como creador de liquidez para la correcta formación de precios, con presencia en los mercados primario y secundario.
Según explican desde Inverco, la inversión en valores domésticos de ambos vehículos de ahorro podría elevarse considerablemente, actuando como estabilizador y financiador de la economía nacional, y con ello reducir la excesiva dependencia del sector exterior que coloca a la economía española en una situación de elevada vulnerabilidad.
Contribución a la sostenibilidad de la recaudación fiscal: presente y futura
El tratamiento fiscal en toda la OCDE (modelo EET), y por supuesto en España, de los planes de pensiones no supone en esencia una exención, sino un diferimiento fiscal: se deducen las aportaciones, pero tributan las prestaciones, por lo que el incentivo en las aportaciones está compensado con los ingresos fiscales procedentes de las prestaciones, que serán no solo las aportaciones realizadas en el pasado sino también los rendimientos generados por ellas.
Tal y como se relata en el documento de Inverco, un sistema de fondos de pensiones suficientemente desarrollado garantiza ingresos futuros para el Estado por recaudación fiscal. Dichos ingresos se irán incrementando a medida que madure el sistema, ya que el volumen de prestaciones se incrementará.Según ejemplifican desde la entidad, de forma anual en Países Bajos, se generan ingresos tributarios por la retención aplicada a las prestaciones anuales de sus partícipes que suponen el 4,0% del PIB, ingreso fiscal muy relevante y sostenido en el tiempo. Además, estos ingresos son impuestos directos (por IRPF), paliando así el reto de una futura sociedad envejecida, en que la mayoría de los ingresos fiscales provendrían de impuestos indirectos, incidiendo aún más en el desequilibrio de las cargas a los distintos segmentos de población.
Contribución al logro de los objetivos del Plan de Reestructuración, Transformación y Resiliencia (PRTR)
Desde Inverco también consideran que la creciente inversión de los vehículos de inversión colectiva en activos sostenibles impacta de manera directa en uno de los cuatro ejes del PRTR presentado por el Gobierno, como es la “Transición ecológica” cuyo objetivo es la lucha contra el cambio climático y la transformación del modelo energético y productivo hacia la sostenibilidad ambiental.
Según se argumenta en el documento, los planes de pensiones son pioneros en España en inversiones ESG con una clara y creciente vocación, lo que ya está financiando el proceso de descarbonización de la economía, a través de su inversión en empresas y sectores que lideren estos cambios.
A finales de 2019, los planes de pensiones ya invertían 41.000 millones de euros en empresas comprometidas con la sostenibilidad y el buen gobierno. “Un impulso decidido a los fondos tendrá un efecto multiplicador en las empresas con compromisos sostenibles, generando así un círculo virtuoso de oferta de financiación para estimular la demanda de las empresas”, prevén. Asimismo, desde la asociación consideran que otro eje del PRTR (cohesión social y territorial), se vería impulsado por el desarrollo de los planes de pensiones, así como una de las diez políticas palanca en torno a las que se estructura el PRTR, como es la modernización del sistema fiscal para un crecimiento inclusivo y sostenible, facilitando la sostenibilidad del sistema público de pensiones en el marco del Pacto de Toledo, es otra de las razones para promover activamente el desarrollo de los planes de pensiones.