Después de años de reformas continuas en el sistema de pensiones no se ha conseguido aliviar uno de los peores daños colaterales: la incertidumbre. Ante esta dolencia, los expertos recetan ahorro y educación financiera. Sin embargo, el ahorro previsional tampoco ha estado exento de reformas polémicas. Por ello, con el objetivo de analizar la evolución del ahorro previsional y complementario, IEAF (Insituto Español de Analistas Financieros) ha organizado un panel denominado «Necesidad del ahorro previsión tras una década de reformas en el sistema público de pensiones».
Ángel Martínez-Aldama, director de Inverco, considera que habido un “continuo desincentivo” en la evolución de los pilares complementarios, pero que, a pesar de los vientos en contra, los planes de pensiones han sido un éxito, reuniendo hasta 118.000 millones de euros. “Desde 2009, ha habido una regresividad en la normativa tanto financiera y fiscal en estos instrumentos, por lo que ha sido un éxito teniendo en cuenta este paulatino desincentivo”, valora.
Según alerta, la regulación sobre pensiones complementarias avanza de forma lenta y desigual para las medidas que desincentivan, pero de forma muy rápida para normas que tienen un efecto negativo. Empezando por las de incentivo, pero de maduración lenta, Martínez-Aldama destaca el anteproyecto de ley de fondos de pensiones de empleo de promoción pública, el cual se previó que estaría listo para finales de año, pero todo apunta a que se retrasará. “Veremos si verdaderamente en 2022 puede estar implementado”.
Este fondo, según el experto, debe contemplar tres puntos: ser un vehículo en el que cualquier entidad puede y debe estar autorizada para ofertar sus fondos (para evitar el monopolio y situaciones de oligopolio de facto), la comisión de gestión debe tener en cuenta el entorno internacional, e impulso fiscal para las empresas que hayan constituido y constituyan instrumentos de previsión social.
Por el contrario, se han aprobado medidas que el presidente de Inverco tacha de “express” con un efecto “muy negativo”, como por ejemplo, esa reducción «drástica» del 75% en el límite de aportación del tercer pilar.
“Teniendo en cuenta este calendario lento de aprobación, sugerimos al gobierno que se apruebe vía real decreto-ley un régimen transitorio que mantenga el régimen fiscal que había hasta el año 2020, tanto en cuanto se aprueba este proyecto de ley que entra en vigor el año que viene”, sugiere Martínez-Aldama. El objetivo es no perder un año para que cualquier persona pueda mantener esas aportaciones mientras se aprueba el fondo público. «Los países que impulsan ahorro doméstico, cosechan a medio largo plazo recaudación fiscal, independencia económica y menor diferencial en la colocación de su deuda», concluye.
Durante los procesos de reforma de las pensiones confrontan dos tipos de sostenibilidad, la social y la financiera. Según ha explicado Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, se trata de dos factores que no deberían enfrentarse, y por cuyo acercamiento deberían velar las reformas. “Pensar solo en la sostenibilidad social nos puede llevar a un momento en que al final tratamos de resolver el problema poniendo el déficit en otro bolsillo”, advierte la experta en referencia a la propuesta de traspasar los gastos impropios de la Seguridad Social al Estado.
Por su parte, Gregorio Gil de Rozas, jefe del área de Retirement de Willis Towers Watson (WTW), considera que el desarrollo de la previsión social complementaria ha sido muy limitado. “118.000 millones parece mucho, pero el total de la previsión social complementaria no alcanza más de 330.000 millones, un montante insuficiente”, valora.
Sin embargo, insiste en que, a pesar de las bajas cifras de ahorro previsional, los españoles sí ahorramos, pero en otro tipo de vehículos. En vivienda se encuentran unos 600.000 millones de euros en manos de personas mayores de 65, mientras que, en el otro vehículo favorito del ahorrador español, los depósitos, hay un 1 billón de euros, aunque según prevé habrá cierta huida a otros activos.
“Dinero hay, por ello establecemos dos ejes de actuación: la creación de ahorro nuevo y canalización del existente a la previsión social complementaria”. Ante la situación en la que se encuentran las pensiones y la previsión social complementaria Gil de las Rozas advierte que tenemos dos alternativas: “O ahorramos más y nos ayudan a hacerlo o nos jubilamos más tarde”.