El dinero que percibimos en la jubilación puede venir de tres fuentes: la Seguridad Social (primer pilar), el ahorro colectivo a través de planes de empresa (segundo pilar) y el ahorro individual a través de planes de pensiones (tercer pilar).
La nueva fiscalidad ha reducido el límite máximo anual deducible de las aportaciones a planes de pensiones individuales a 2.000 euros, sin embargo, ha aumentado el límite en los planes de empleo a 10.000 euros. Por ello, ya son muchas gestoras las que están lanzando nuevos productos dispuestos a impulsar el ahorro de los futuros pensionistas a través de sus empresas y están viendo cómo el interés por estos productos crece.
March Vida, compañía de seguros de vida del Grupo Banca March, ha lanzado el Plan de Jubilación para Directivos, un seguro colectivo de vida-ahorro que se configura como una solución eficiente desde el punto de vista fiscal para que las empresas ayuden a sus empleados a planificar su ahorro para el momento en que dejen de trabajar. Esta fórmula ofrece al empleado un vehículo de ahorro para la jubilación, así como una herramienta útil de retención por parte de la empresa.
El producto se lanza en formato unit linked, lo que ofrece la posibilidad de diversificar la inversión en una variedad de instrumentos. Además, también se puede optar por la opción Ciclo de Vida, según la cual, la empresa que contrate este seguro colectivo de vida-ahorro puede establecer que la política de inversión se adapte en cada momento en función de la edad o perfil de riesgo del empleado.
En el caso del plan de March Vida, la eficiencia fiscal se obtiene a través de un sistema de retribución flexible, de forma que el empleado puede renunciar a la parte de su salario que desea ahorrar y la empresa realiza una aportación a la póliza en su nombre, por ese mismo importe. El capital aportado no será objeto de imputación fiscal para el empleado hasta un máximo de 100.000 euros o el 30% de su salario bruto. Además, la tributación del empleado no se producirá hasta que reciba la prestación una vez que se haya jubilado.
Por su parte, y en vista de la nueva fiscalidad, desde noviembre 2020, Indexa Capital ofrece su plan de empleo, Indexa Empleo. “Funciona con el mismo modelo de gestión que el resto de nuestros productos: indexación, personalización, diversificación global y bajas comisiones. Se trata del primer plan de empleo con ciclo de vida y contratable online en España”, explica François Derbaix, cofundador y co-Consejero Delegado de Indexa Capital.
En apenas 6 meses desde su lanzamiento, el plan ya cuenta con 19 empresas adscritas, y está disponible para todas las empresas independientemente de su número de empleados y de si ya disponen o no de un plan de empleo.
Respecto a la nueva fiscalidad, según ha explicado Derbaix: “Lo que echamos de menos desde Indexa son dos cambios importantes. El primero es que las aportaciones de los empleados a los planes de empleo computen contra el límite de 8.000 euros y no contra el límite de 2.000 euros. El segundo es que los autónomos también puedan contratar un plan de empleo para sí mismos, aunque no tengan empleados (lo que en la actualidad no es posible)”.
Asimismo, Cobas AM, después de la puesta en marcha de Cobas Pensiones, que creció un 10% el año pasado, han lanzado un plan de empleo en el que a partir de finales de este año cualquier empresa podrá adherirse.
La nueva fiscalidad ha ayudado a poner el foco en los planes de empleo
Para Carolina Mateo, Responsable de desarrollo de negocio de Ibercaja Pensión, la nueva fiscalidad no ha hecho sino poner el foco en algo que ya existía, como son los planes de pensiones de empleo. Según explica, a pesar de que en Ibercaja disponen de estos productos desde hace muchos años, los últimos meses han experimentado una creciente demanda. “Así, disponemos de soluciones para fomentar el ahorro aptas para todo tipo de empresas, desde las más grandes (con soluciones a medida) hasta aquellas de menores dimensiones, para las que existen modelos de promoción conjunta que simplifican la contratación haciendo que sea un trámite muy sencillo y ágil”, añade.
Actualmente, cuentan con dos productos de promoción conjunta con distintas políticas de inversión, el Plan Ibercaja Pymes 45, es un plan mixto de renta fija con una inversión en renta variable en torno a un 30% del patrimonio, aunque es flexible y puede variar entre el 15% y el 45% en función de las condiciones de mercado, y el Plan Ibercaja Pymes Renta fija, una alternativa más conservadora, ya que invierte el 90% del patrimonio en renta fija, con un pequeño componente de renta variable, en torno al 10%.
Asimismo, la experta considera que las modificaciones fiscales favorecen los planes de empleo frente a los individuales al reducir el límite anual máximo para aportaciones particulares e incrementar el de aportaciones de la empresa. Para Carolina Mateo, esto, sumado a la creciente preocupación de la sociedad por la previsible reducción del importe de la pensión pública en el futuro, y al interés por parte de las empresas de ofrecer a sus trabajadores incentivos más allá del salario como herramienta de captación y fidelización de talento siendo los planes de pensiones uno de los beneficios sociales más valorados por los empleados, hace prever que el desarrollo de los planes de empleo se vaya a potenciar todavía más, algo que, según advierte, ya se está haciendo notar.
Las ventajas fiscales de ahorrar a través de planes de empleo
Una de las ventajas, derivada del cambio normativo, es que a través de planes de empleo es posible acumular un mayor ahorro ya que las aportaciones que provienen de la empresa elevan el límite anual máximo hasta los 10.000 euros, muy superior al de las aportaciones particulares, que queda en los 2.000 euros anuales. Además, las aportaciones de la empresa tienen un efecto fiscal neutro para el trabajador ya que se consideran rendimiento del trabajo, pero a la vez dan derecho a aplicar la reducción de la base imponible general. “Estas aportaciones no se detraen del salario del trabajador, sino que son un complemento añadido al mismo, lo que permite a los trabajadores constituir un ahorro de una manera más cómoda y con menor esfuerzo personal, a través de un producto en condiciones ventajosas frente a los productos individuales ya que normalmente soporta menores comisiones”, explica Carolina Mateo.
Para el experto de Indexa Capital, la ventaja fiscal de la que ahora gozan los planes de empleo hará que en los próximos años las empresas aumenten progresivamente sus aportaciones a planes de empleo a favor de sus trabajadores. “En Indexa, por ejemplo, damos a cada empleado la oportunidad de que Indexa como empleador aporte un euro por cada euro aportado voluntariamente por el empleado, hasta un 2% de su sueldo bruto anual. De esta manera, la empresa contribuye al ahorro y a la inversión a largo plazo de sus trabajadores a la vez que los trabajadores se benefician de una importante deducción fiscal en su IRPF”, explica Derbaix.