El Instituto BBVA de Pensiones ha realizado una encuesta para conocer el impacto del COVID-19 en las perspectivas de ahorro y jubilación. La encuesta, desarrollada entre mayo y junio, ha reflejado la profunda preocupación de los españoles, al 70% les parece que esta crisis es más grave que la de 2008. “Nos llama la atención porque hasta ahora la percepción de la gran recesión era la más grave de la historia contemporánea”, alerta Elisa Chuliá, socióloga y miembro del Foro de Expertos del Instituto BBVA.
Esta opinión esta particularmente extendida entre las mujeres, los mayores de 50 años y entre los empresarios, cuatro de cada cinco así lo creen, unos datos que Chuliá califica de abrumadores.
Sin embargo, la encuesta refleja que esta crisis no es solo económica y que traerá cambios en los hábitos de las personas. De hecho, dos terceras partes de los encuestados reconoce que cambiará alguno de sus comportamientos y la mayor parte alude a las relaciones sociales, el ocio, la higiene y el ahorro y la inversión.
Desde el punto de vista del empleo, la crisis ha supuesto un duro impacto. Según desprende la encuesta, la pandemia ha cambiado la situación de ocupación y de desempeño laboral de varios millones de trabajadores. Muchos de quienes trabajaban han pasado a estar sujetos a un ERTE (6,8% de los encuestados) o han perdido el empleo (5,4%). Sin embargo, el impacto ha sido desigual, por ejemplo, las mujeres lo han sufrido menos que los hombres y los jóvenes han sido los más perjudicados.
Asimismo, una gran proporción de quienes han podido seguir desarrollando su actividad laboral se han visto obligados a cambiar sus condiciones de trabajo, en particular, horarios y/o espacios. Un 25% de los encuestados que trabajan afirma que está teletrabajando, de estos, solo un 18% ya lo hacía antes del confinamiento, mientras que para el 82% es una experiencia nueva.
El gasto y el ahorro durante el confinamiento
El 61% de los encuestados asegura que ha gastado menos durante los meses de confinamiento y un 57% ha conseguido ahorrar algo, la media está en 367 euros de ahorro mensual.
Por otro lado, el 88% de los entrevistados que asumen el papel de sustentadores del hogar o amas de casa declaran que no han tenido dificultades para pagar los recibos durante el confinamiento. Del 12% que afirma haberlas tenido, tres cuartas partes (75%) han echado mano de sus ahorros. De ellos, uno de cada cuatro (26%) ha recurrido a ahorros destinados a la jubilación. Una cuarta parte de quienes han afrontado esas dificultades (25%) ha solicitado un préstamo a una entidad financiera, y casi un tercio (31%) a algún familiar o amigo.
Al igual que en crisis pasadas la ayuda de las familias ha sido un pilar clave, durante la crisis, 1 de cada 5 encuestados ha dado soporte económico a familiares y amigos. Un 60% ha señalado que dicha ayuda ha oscilado entre los 100 y 600 euros. Son los mayores de 50 años los que más apoyo han prestado, por lo que la ayuda dentro de las familias ha fluido de los de más edad a los de menos.
Ya iniciado el periodo de desconfinamiento hay todavía un 30% de entrevistados que gastan menos que antes de la crisis y perdura un porcentaje importante de personas que consiguen ahorrar en la desescalada, un 49% consigue meter en su hucha una media de 300 euros.
Respecto a los jóvenes, la experta ha querido eliminar prejuicios y ha señalado que, al contrario de lo que se piensa, sí ahorran y reconocen la importancia de esta práctica. La mitad de los jóvenes encuestados ha señalado que intentará gastar menos y ahorrar más de lo que hacían antes de la crisis, casi 7 de cada 10 quiere ahorrar más.
Respecto a la intención de dar preferencia al ahorro en el futuro: el 51% contesta afirmativamente a la pregunta sobre si a partir de ahora va a intentar gastar menos y ahorrar más que antes de la crisis.
Este resultado encaja con otra respuesta de la encuesta: cerca de tres de cada diez encuestados (28%) afirman que sus comportamientos de ahorro e inversión van a cambiar como consecuencia de la crisis (representan una proporción considerable, aunque menor que la de quienes consideran que sus comportamientos de relación social (41%), de ocio (38%) e higiene (38%) van a cambiar).
Ahorro para la jubilación
Un tercio de la población sí ha comenzado a ahorrar para la jubilación, está más extendido entre los hombres y es mayor entre la población que tiene entre 50 a 64 años. Los vehículos de ahorro más populares son los planes de pensiones individuales o asociados (50%). La otra mitad utiliza productos genéricos como los depósitos (28%), los fondos de inversión (12%) o lo inmuebles, planes empresa (11%).
Los que están ahorrando para la jubilación no son los únicos que creen conveniente ese ahorro. Tres cuartas partes de quienes no han comenzado a ahorrar consideran que sería conveniente hacerlo. El 34% cree que deberían empezar entre los 35 y los 44.
Respecto a la posibilidad de trasladar las ventajas fiscales de las pensiones privadas a las de empresa, el rechazo de quienes más han escuchado la propuesta es alto, el 47% de los que opinan dice que no les parece bien.
Dudas sobre la pensión pública
El 35% de los jubilados o pensionistas han tenido algún temor de no recibir su pensión durante la crisis y más de la mitad de los pensionistas (59%) considera probable o muy probable que en los dos próximos años se congelen las pensiones. La posibilidad de que se elimine la paga extra se considera menos probable, aunque en torno a un tercio de los jubilados pensionistas (35%) no lo descarta.