¿En qué medida ha afectado el coronavirus a los planes de pensiones? Esa es la principal pregunta que los expertos de Mercer han tratado de responder en un encuentro online organizado por la entidad. Para Marta Pedrero, consultora especialista en proyectos de previsión social, bienestar financiero y beneficios para empleados, esta crisis sanitaria está poniendo de manifiesto la importancia, tanto para las empresas como para el individuo, de trabajar en un plan de bienestar prestando atención a los tres pilares.
Según explica la experta, la situación que ha dejado el coronavirus, en la que se han reducido salarios, ha crecido el paro y hay un menor crecimiento de empleo, va a provocar una reducción de las contribuciones a la Seguridad Social y una reducción de las aportaciones en los planes de empleo. Según ha recordado, tenemos un sistema público de reparto en el que las pensiones se financian con las aportaciones de los trabajadores activos, un sistema que ya se enfrentaba a varios desafíos que iban a implicar reducciones en las pensiones. “Sí o sí tenemos un reto en las pensiones y esta situación lo está poniendo de nuevo encima de la mesa”, advierte.
Marta Pedrero considera que esta situación traerá más jubilaciones anticipadas o prestaciones por incapacidad, lo que significa que van a incrementarse las prestaciones que tiene que hacer la Seguridad Social. “Ya en 2019 el fondo de reservas estaba totalmente agotado, con lo que la Seguridad Social tiene que buscar ingresos de alguna forma. Seguramente hablaremos de un adelanto del pacto de Toledo o un adelanto de modificaciones o incorporaciones de nuevas formas de estimar las pensiones públicas”, prevé.
Desde el punto de venta de los planes de empresa, Pedrero cree que probablemente, si hay reducciones salariales, sí se estarán produciendo reducciones en las aportaciones a los planes. “Si las pensiones públicas van a disminuir y las aportaciones de las empresas también, porque las bases de cotización están subiendo, al final no estoy siguiendo la filosofía de mi plan y en el momento en que las personas lleguen a la edad de la jubilación y vean cuál es el resultado de su pensión a lo mejor van a decir que no tienen suficientes ingresos y no se van a jubilar”, advierte.
Según aclara, esto provocaría que las empresas vuelvan a tener el problema de «cuello de botella» en el que las personas en edad de jubilarse no se jubilan porque no tienen suficientes ingresos. Ante esta posibilidad, insiste en la importancia de la educación financiera para que el empleado trabaje en su plan y tome decisiones informadas. “Si no lo trabajamos, tendremos un problema en el medio y largo plazo”, insiste. «Es importante educar para que el empelado trabaje en su propio plan».
Rescatar el plan antes de tiempo: “pan para hoy, hambre para mañana”
Los planes de pensiones se pueden rescatar bajo una serie de situaciones excepcionales, pero para Pedrero, estos rescates tienen un claro impacto directo en el plan y en el empleado y suponen: “pan para hoy, hambre para mañana”. “Hay que informar de los efectos que esto puede tener, a lo mejor rescatarlo no es lo más favorable a nivel de rentabilidades y los impuestos por rescatarlo pueden ir del 19% al 40%”, advierte. Asimismo, señala que puede ser una medida acertada para casos de extrema necesidad, pero insiste en la importancia de mantener bien informados a los partícipes. “Viviremos unos 15 o 20 años de jubilados y tenemos que intentar usar esos ahorros lo menos posible”, añade.
Una estrategia de inversión robusta y flexible
Desde el punto de vista de la empresa, Jorge Bernaldo de Quirós, director del área de pensiones en España de Mercer, señala que el plan de empresa debe tener una estrategia “robusta y flexible”. Esta estrategia debe ser a medida, diversificada y con conocimiento de los posibles riesgos.
Respecto al segundo punto, Bernaldo insiste en que es importante que los riesgos no estén concentrados para así poder aprovechar todas las oportunidades de mercado y advierte que en la mayoría de los fondos de empleo españoles no hay una diversificación importante o no se está aprovechando. Asimismo, destaca la importancia de que la estrategia sea a medida de la plantilla y que responda a las necesidades de la mayoría del colectivo. Ante la posible variedad de generaciones en una plantilla, Bernaldo recuerda la existencia de vehículos flexibles, concretamrnte el del ciclo de vida, un vehículo en el que la edad de cada empleado marca su estrategia de inversión.
Para aquellos que aún no hayan empezado a ahorrar, el experto cree que, con esta caída del mercado, es buen momento para poner en marcha un vehículo de ahorro. “Si estás comprando más barato y estás construyendo tu cartera con precios más atractivos es buen momento”, aclara. Asimismo, considera que estamos ante una buena oportunidad para cambiar hacia vehículos con más riesgo, puesto que implicaría comprar activos más baratos, al igual que para implementar el ciclo de vida en aquellas estrategias muy conservadoras donde se podría crear otro vehículo más agresivo y barato.