El creciente déficit estructural de la Seguridad Social causado, entre otros factores, por el envejecimiento de la población pone cada vez más presión sobre el sistema de pensiones. Esta preocupante realidad, sin embargo, no tuvo reflejo en las pasadas campañas electorales, en la que ningún partido político propuso una política global para adaptar nuestro sistema de pensiones a la nueva realidad. Por esta razón, el Foro de Expertos del Instituto Santalucía, urge al nuevo Parlamento a que se llegue a un pacto de Estado con una amplia mayoría para encauzar la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Para el Foro de Expertos, la sostenibilidad del sistema de pensiones ha de ser prioritaria por tratarse de una condición sin la cual no tiene sentido hablar de suficiencia o de otros objetivos más ambiciosos. Para alcanzar este propósito, hay que poner fin a la situación actual, en la que las nuevas pensiones que se incorporan al sistema están entrando con un déficit muy significativo, ya que como promedio los trabajadores no cotizan lo suficiente como para financiar su pensión esperada, dados los niveles actuales de esperanza de vida.
Con el fin de garantizar uno de los pilares básicos del Estado de Bienestar, el Foro de Expertos ha emitido una serie de recomendaciones dirigidas al nuevo Parlamento:
1.Buscar un nuevo consenso en el Pacto de Toledo sobre las reformas necesarias para asegurar la sostenibilidad a largo plazo del sistema público de pensiones de una forma que no suponga trasladar el problema en su integridad a las generaciones más jóvenes. Este consenso ha de tener en cuenta la actual situación demográfica, social y económica, que es muy diferente de la existente en el momento de puesta en marcha del Pacto, en 1995.
2. El mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones es un objetivo deseable siempre que sea consistente con la sostenibilidad del sistema. Para garantizar la compatibilidad de ambos objetivos, resulta necesaria una reforma estructural que garantice que las pensiones iniciales no entren con un déficit al sistema, lo que exigirá una reducción de la actual tasa de sustitución hasta niveles más realistas y en línea con otras economías avanzadas. Desde el Instituto proponen la adopción de un sistema de cuentas nocionales individuales de contribución definida con una tasa de rentabilidad ligada al crecimiento de la masa salarial y a las proyecciones de crecimiento económico a largo plazo, y un sistema de complementos a mínimos como el actual.
Esta reforma no supondría la privatización de las pensiones públicas o el abandono del actual sistema de reparto, pero aportaría racionalidad, sostenibilidad y transparencia al sistema, sin sacrificar la contributividad y la actual garantía de suficiencia para aquellos que han cotizado menos. Esta reforma ayudaría también a preservar la equidad intergeneracional del sistema, repartiendo sus cargas equitativamente entre todas las generaciones.
Además, por razones de equidad y solidaridad, las pensiones mínimas deberían blindarse frente a la inflación, manteniendo la práctica actual de financiar los complementos de mínimos con transferencias del Estado y en última instancia con impuestos generales.
3. Para compatibilizar la sostenibilidad del sistema con su suficiencia, es crucial aumentar la tasa de empleo e incrementar la productividad y con ella los salarios. Las mejoras de empleo y, especialmente, de productividad son fundamentales para que la necesaria reducción de la tasa de prestación (ratio entre la pensión y el salario medios) no implique pensiones iniciales menores para la misma edad de jubilación. Siempre se puede contrarrestar la reducción de la tasa de sustitución con un aumento de la edad de jubilación. Adicionalmente se deberían adoptar medidas que potencien la natalidad y diseñar una política migratoria de futuro.
4. El Foro aboga por la plena compatibilidad del cobro de la pensión de jubilación y el trabajo remunerado y se opone a cualquier propuesta que suponga un avance hacia la jubilación forzosa. Propugnan la adopción de políticas flexibles que permitan y estimulen una mayor participación laboral de las personas de mayor edad y el pleno aprovechamiento de la experiencia y el talento de la población senior.
5. Con respecto a la edad de jubilación, el Foro es partidario de ligar la edad mínima de jubilación a la esperanza de vida.
6. El Foro de Expertos recomienda potenciar la previsión social complementaria, actualizando y mejorando el marco normativo del ahorro de previsión a largo plazo de formas que respeten la neutralidad fiscal entre distintos activos.
Sobre la promoción del ahorro, el Foro recalca que es necesaria una revisión de su fiscalidad bajo un principio de neutralidad: la fiscalidad no debe distorsionar en ningún caso las decisiones de inversión real o financiera de los ahorradores. Asimismo, han planteado la posibilidad de crear una especie de “perímetro de ahorro a largo plazo”. Se trataría de una cuenta paraguas que permitiría realizar inversiones en distintos tipos de activos financieros disfrutando del mismo tratamiento fiscal que los productos previsionales actuales, como los planes de pensiones. El cliente podría vender y comprar los distintos activos sin penalización fiscal alguna, siempre que los recursos se mantengan dentro de esta cuenta, tributando únicamente en el momento de retirar sus aportaciones tras haber alcanzado la edad de jubilación.