Las rentas vitalicias aseguradas ganan terreno como sistema de previsión complementario. A cierre del pasado junio, 29.023 personas mayores de 65 años transformaron el dinero logrado con la venta de algún elemento patrimonial (por ejemplo, una segunda vivienda, fondos de inversión, acciones, etc.) en una fuente garantizada de ingresos de por vida.
Estas personas se acogieron a las ventajas fiscales que se establecieron para este producto a raíz de la última reforma del IRPF. Estas rentas vitalicias acumulan un volumen de ahorro bajo gestión de 2.580 millones de euros.
Los datos recopilados por ICEA muestran cómo, al acabar el segundo trimestre, las aseguradoras velaban por 237.322 millones de euros de sus clientes, tras anotar un incremento interanual del 3,45%. De esa cantidad, 193.489 millones corresponden a productos de seguro, un 3,75% más.
Los restantes 43.833 millones constituyen el patrimonio de los planes de pensiones cuya gestión ha sido encomendada a entidades del sector. Este último importe es un 2,16% superior al anotado el ejercicio anterior por estas mismas fechas.
Las rentas vitalicias y temporales constituyen el producto más relevante en términos de ahorro gestionado acumulando unas provisiones técnicas de 89.838 millones de euros, un 2,02% más que un año antes.
Por otra parte, destaca la pujanza de seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP). Estas pólizas, popularmente conocidas como Planes de Ahorro 5, movían 4.164 millones al acabar junio y crecen un 19,44% con carácter interanual.
La evolución de los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) también es llamativa. Estos seguros alcanzan a cierre del segundo trimestre los 13.806 millones y registran un crecimiento interanual del 7,82%. Mientras, los capitales diferidos anotan un alza del 2,91% y acumulan 50.450 millones de euros.