El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha entregado esta semana al Parlamento su propuesta de reforma del sistema de pensiones público que, según sus cálculos, ahorrará al Estado unos 265.000 millones de dólares en los próximos 10 años.
Uno de los aspectos más novedosos de la propuesta es establecer por primera vez en el país latinoamericano una edad mínima de jubilación, ya que hasta ahora en Brasil las trabajadoras con 30 años de cotización y los trabajadores con 35 años podían acceder al retiro. Esto ha provocado que muchas personas dejaran de trabajar con apenas 50 años.
La reforma establece una edad mínima de jubilación de 62 años para las mujeres y de 65 años para los hombres con un tiempo mínimo de cotización de 20 años. Con estos 20 años de contribución mínima, el trabajador tendría derecho al 60% de la pensión y, a partir de ahí, se incrementará un 2% por cada año adicional trabajado. De esta forma, para obtener el 100% de la pensión serán necesarios 40 años de cotización.
El nuevo sistema contempla también que los sueldos más altos contribuyan más al sistema. Así, los porcentajes van del 7,5% para quien gana el salario mínimo (270 dólares mensuales) hasta el 16,79% para quien percibe más de 10.500 dólares mensuales.
Sistema de capitalización individual
La propuesta también incluye la creación de un nuevo sistema de capitalización individual, que sería optativo para quien ya está en el mercado laboral y que, tras un período de transición de doces años, será obligatorio para todos los trabajadores. Durante estos 12 años, el trabajador tendrá tres opciones para jubilarse dependiendo de si prefiere optar por la edad mínima o el tiempo de contribución, o hacer una media entre ambos factores.
Algunas de las excepciones que prevé la reforma afectan a determinados colectivos profesionales. Para los profesores y trabajadores rurales la edad mínima será de 60 años, con una contribución mínima de 20 y 30 años, respectivamente. En cuanto a policías civiles y federales se establece en los 55 años, con un tiempo mínimo de contribucion de 30 años para hombres y 25 para mujeres.
El texto prevé, asimismo, limitar el cobro de varias pensiones de forma simultánea. Así, el trabajador tendrá derecho a la de mayor valor y a una parte de la otra.
El proyecto de Bolsonaro, que se empezará a debatir la próxima semana en la Cámara de Diputados, necesita el apoyo de 3/5 parte de los diputados y de los senadores y será analizado previamente por tres comisiones.
El Gobierno brasileño espera que la reforma sea aprobada a mediados de años, pero ha recibido duras críticas por parte de los sindicatos que ya han anunciado protestas contra lo que consideran un «atentado contra los derechos adquiridos» de los trabajadores brasileños.