Mercer presenta la décima edición del Melbourne Mercer Global Pension Index que revela qué países están mejor preparados y cuáles están en peor posición para superar este desafío. El índice está liderado por países como Holanda y Dinamarca, mientras que España se sitúa en el puesto de 23 de 34.
Según el informe, España está en lo que denomina el grupo C, caracterizado por un sistema que “tienes buenas características, pero que también tiene importantestes riesgos/o deficiencias que deben abordarse”. El estudio que acompaña a la publicación de este índice destaca que si no se implementan mejoras, se puede llegar a cuestionar su eficiencia y sostenibilidad a largo plazo, tal y como ya percibe el conjunto de la población.
Aunque España es la primera vez que aparece incluido en este índice, “estas características son particularmente evidentes a la hora de analizar los datos de Europa”, destaca la en su análisis. Por ejemplo, Dinamarca, Holanda y Suecia tienen una calificación A o B tanto en suficiencia como en sostenibilidad, mientras que España, Italia y Austria tienen una B en suficiencia, pero una E en sostenibilidad, apuntando a importantes áreas que necesitan reformas.
Del análisis de la sistema de pensiones, el informe apunta que los planes de pensiones tanto privados como de empleo son voluntarios y su participación y nivel de prestaciones en la actualidad es muy reducida comparada con las otorgadas por parte del sistema público. “El sistema de pensiones en España ocupa una buena posición en los indicadores de suficiencia, buen gobierno y comunicación, pero mejorable en el indicador de sostenibilidad, lo que conlleva colocarnos en el puesto 23 de 34 países”, explica Miguel Ángel Menéndez, director del área de previsión social de Mercer y responsable del estudio en España.
Menéndez sostiene que “el punto de partida natural para tener un sistema de pensiones de primera clase mundial es asegurar un correcto equilibrio entre suficiencia y sostenibilidad. Es un desafío con el que están luchando los organismos reguladores. Un sistema que ofrece beneficios muy generosos es improbable que sea sostenible a corto plazo, mientras que un sistema sostenible durante muchos años podría estar ofreciendo beneficios bastante modestos. La pregunta es ¿cuál es el equilibrio correcto?”.
Por último, el informe señala tres acciones que podrían mejorar el sistema de pensiones español, además de la puntuación que obtiene en este índice: aumentar la cobertura de empleados con planes de pensiones de empleo mediante la adhesión automática, lo cual aumentaría el nivel de aportaciones y activos; aumentar el grado de participación de la fuerza laboral de edades más avanzadas ya que la esperanza de vida está aumentando; y por último, aumentar el ahorro de los hogares.