El sesgo y la tendencia a invertir en el mercado doméstico, el que más se conoce, es algo que tienen en común los inversores de todo el mundo, que optan por lo que les resulta familiar en lugar de por lo exótico incluso aunque ofrezca resultados no siempre satisfactorios. Aunque el 79% de los inversores encuestados por Legg Mason en su último estudio tienen alguna inversión fuera y reconocen estar atentos a las oportunidades en mercados foráneos, y con más intensidad que hace cinco años, de media solo el 16,5% de sus inversiones están fuera de su país. Y entre los que solo invierten en su mercado local, solo una cuarta parte está dispuesta a considerar su posición.
Las principales barreras para asignar mayor parte de su capital a otros mercados son la incertidumbre global, para seis de cada diez inversores, seguida de la falta de familiaridad con las oportunidades que hay fuera, una razón de peso para el 45% de los encuestados. Sin embargo, el 62% de los que lleva parte de sus inversiones al ámbito internacional lo hace por el potencial de obtener mayores retornos (el 62%) y de diversificar sus inversiones (el 55% del total).
Los países latinoamericanos encuestados, Brasil, Chile, Colombia y México, son aquellos de los 20 estudiados en los que sus inversores tienen menos posiciones en mercados foráneos, pues éstas suponen de media entre el 10% -en Chile- y el 13% de sus carteras. España también está por debajo de la media, con el 15% de las carteras en mercados fuera de sus fronteras.
Sin embargo, para el 80% de los inversores de esos cuatro países latinoamericanos los mercados internacionales representan una oportunidad mayor a la de hace cinco años, y la mayoría reconoce los beneficios en términos de retornos y diversificación que aporta la salida al exterior. Para brasileños, colombianos, mexicanos y chilenos las barreras de no invertir más en mercados internacionales son la incertidumbre global y la no familiaridad con las oportunidades, pero la transparencia y otro tipo de riesgos, como el de la divisa, pesan menos. Esa escasa presencia en las carteras pero al mismo tiempo la disposición a analizar nuevos activos que ofrezcan retornos y diversificación abre un mundo de oportunidades en Latam para las entidades que gestionan activos en otros mercados, también en la medida en que la ley se flexibiliza y avanza hacia una mayor apertura.
Factor de éxito
Los inversores mundiales que invierten o invertirán fuera de sus países ven EE.UU. y China como los mercados de mayores oportunidades, seguidos por los emergentes y por Europa sin Reino Unido. Brasil figura en quinto lugar, por las oportunidades que presenta tanto en renta fija como variable, y el mercado latinoamericano, sin México, aparece en la décima posición (sobre todo por la renta variable).
Los millonarios (los encuestados con más de 1 millón de dólares en activos) están más dispuestos a invertir de forma internacional que aquellos con menos activos: el 88,7% de los millonarios globales lo hacen y esas inversiones suponen el 20,4% de su cartera, frente al 14,8% de los de menos de 1 millón. En este caso, ven oportunidades en EE.UU., pero después en los mercados emergentes, seguidos de China y Europa.
De hecho, a la hora de definir el éxito en sus inversiones, los millonarios de todo el mundo señalan tomar una visión más global a la hora de invertir como factor clave, junto a otros como desarrollar un buen plan financiero, invertir en otros productos además de acciones y bonos, invertir la liquidez de sus carteras y cambiar sus hábitos de gasto para poder ahorrar o invertir más.
Aún centrados en las oportunidades domésticas
Según la última encuesta global de Legg Mason Global Investors, ocho de cada 10 inversores globales se sienten optimistas con respecto a las inversiones para los próximos 12 meses, con Colombia como uno de los países con mayor optimismo. La mayoría pretende mantener su actual asignación de activos pero casi cuatro de cada 10 invertirá más en acciones, por encima de los que asignarán su capital a liquidez (un 36,8%) o a otra clase de activo. “La encuesta muestra un nivel de optimismo compartido por los inversores de todo el mundo que nos anima”, afirma Matthew Schiffman, responsable de marketing lobal en Legg Mason Global Asset Management. Un optimismo que, en su opinión, podría convertirse en un cambio en su comportamiento de inversión hacia los mercados de renta variable.
Pero los inversores creen que los activos que ofrecen una mayor oportunidad de inversión aún son las acciones domésticas, seguidas del real estate, la liquidez, los metales preciosos como el oro y en quinto lugar, los bonos domésticos. De ahí que los 4.320 encuestados, de 20 países, tengan de media un 24,7% de sus carteras en acciones, solo superado por la liquidez (26,5%), y seguidas de la renta fija (19,9%), los activos inmobiliarios (16,8%) y los no tradicionales (6,8%). Sin embargo, los millonarios están más dispuestos a invertir en real estate (destinan el 18,7% de su capital al activo) y a inversiones alternativas (9,1%), así como a incrementar su asignación a acciones (el 45% lo hará frente al 37% con menos de un millón).
¿Qué buscan los inversores?
En la encuesta global, tres cuartos de los inversores mostraron el objetivo de incrementar su riqueza mediante sus inversiones, frente a un 61,7% que dijo querer ahorrar para su jubilación y un 58,5% que mencionó proteger su riqueza. A pesar de tener esos objetivos en mente, casi cuatro de cada diez aseguran no estar protegiendo su riqueza, y el 42% dice no estar haciéndolo bien o solo parcialmente bien a la hora de ahorrar para su retiro laboral. De hecho, solo el 19,6% dice estar haciéndolo muy bien a la hora de lograr sus objetivos para la jubilación y el 56,6% admite estar solo algo confiado de que tendrá suficiente capital para vivir como quiera en su jubilación, con el 28,3% muy confiado.
“Cuando se habla de lograr los objetivos para la jubilación, preocupan los datos”, dice Schiffman. “Los inversores mundiales tienen una cosa en común: la necesidad de ahorrar para su jubilación. Los países tienen distintos programas sociales para ayudar a sus jubilados pero al final los inversores de todo el mundo pueden, y deberían, hacer más para prepararse para ese momento. Y eso incluye a los millonarios”, afirma. En ese grupo, y aunque la prioridad de invertir es aumentar la riqueza (algo que afirma el 71%) y protegerla (el 60,5%), el 55% tiene como objetivo mantener su nivel de vida tras su jubilación y el 54% invierte también para preparar ese momento. Además, el 45% dice estar solo algo confiado en su capacidad de retirarse a la edad deseada y el 18,6% no confían en ello. Solo el 36,5% está confiado en poder hacerlo. Quizá, incrementar la perspectiva global en las inversiones podría ser una solución para mejorar los resultados.
Generar rentas: otra prioridad
Además, 7 de cada 10 inversores consideran que generar rentas es una importante prioridad, si bien esas rentas no cubren esus objetivos (pretenden obtener un 9,5% de retorno en estos productos pero reciben un 6,2%, creando un gap del 3,3%). En el caso de los millonarios, el gap es del 2,6%: pretenden obtener el 9,6% y obtienen el 7%.
En la encuesta participaron inversores de Australia, Bélgica, Brasil, Chile, China, Colombia, Francia, Alemania, Hong Kong, Italia, Japón, México, Singapur, Corea del Sur, España, Suiza, Taiwán, Reino Unido y Estados Unidos.