Christian Dargnat lleva ya nueve meses al frente de la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama – European Fund and Asset Management Association) y tiene muy claro cuáles son los retos y las oportunidades que afronta la industria. Entre los primeros destaca un exceso de regulación que está mermando la rentabilidad de las gestoras europeas y también su competitividad. “Tras la crisis se necesitaban reformas pero ahora estamos en un punto de sobrerregulación”.
Como ejemplo cita UCITS, que en solo 25 años ha afrontado seis reformas, cuatro de ellas en el último lustro. “Ahora que las gestoras han implementado UCITS IV, han de afrontar la próxima aprobación de UCITS V y ya están respondiendo preguntas y enviando sugerencias a los supervisores sobre UCITS VI. Pedimos un descanso a los reguladores”, demandó Dargnat en un encuentro con periodistas celebrado en Madrid de la mano de Inverco, asociación española miembro de Efama, apelando asimismo a un cambio “desde la regulación a la supervision”. Una legislación que, de forma o indirecta –debido al nuevo y más complejo escenario de distribución y a los mayores esfuerzos de marketing-, ha provocado un aumento de los costes y se ha llevado por delante casi un 30% de la rentabilidad de las gestoras del continente en los últimos cinco años, según sus cálculos.
Y una legislación que puede minar la competitividad de la industria europea. Las mayores críticas en este sentido fueron para la tasa Tobin, ya aprobada en Francia e Italia, y cuya extensión tendría un “efecto devastador”. “No niego la legitimidad del impuesto como ciudadano europeo pero hemos de preguntarnos si es justa y eficaz y la respuesta es negativa”, explicó. En primer lugar porque encarecerá los costes de la operativa en los mercados y colocará en desventaja al mercado europeo frente a Londres, Wall Street o las plazas asiáticas, y además llevará a las gestoras y bancos a deslocalizar su actividad para poder seguir siendo competitivos, por lo que recaudará mucho menos de lo esperado. Además, el encarecimiento de la operativa podría provocar un colapso de los fondos monetarios, claves para financiar la economía europea.
Pero, más allá de captar pocos ingresos y empujar la operativa fuera de Europa, el impuesto – que gravaría con un 0,1% las transacciones de acciones y bonos y con un 0,01% las de derivados- mermará los ahorros de los ciudadanos europeos, por lo que la calificó de “pesadilla”. “Una persona que invierta en fondos de pensiones durante 30 años verá mermada su rentabilidad en una tercera parte por el efecto de la tasa”, afirmó el presidente de Efama.
Las oportunidades
Pero la legislación puede también traer bondades, como la de igualar el terreno de juego para todos los productos financieros, una ausencia ahora notable según Dargnat. Y algo a cuya corrección esperan que contribuya la normativa PRIPS, al igualar los requisitos de información de los fondos a los de otros productos de inversión para inversores minoristas, que tendrán que emitir el KID. Así, y aunque ni Efama ni Inverco han tenido aún acceso al texto de la Comisión Europea – que esperan sea aprobado por el Parlamento antes de que acabe la legislatura-, confían en que finalmente incluya a todos los seguros y productos estructurados.
Dargnat confía en que antes de las elecciones estén aprobados UCITS V, MiFID II y PRIPS. En verano terminará la puesta en marcha de la AIMFD y más adelante llegará la regulación de los fondos monetarios, la posible tasa a las transacciones financieras y otras normativas destinadas a incentivar la inversión a largo plazo como ELTIF –que regulará productos de este tipo- o incluso OCERP –la iniciativa pensada para ofrecer una marca de productos de pensiones a nivel europeo-. Otro de los riesgos que concibe Dargnat es la fragmentación que podría darse en la industria, si cada país aplica la normativa con distintas interpretaciones, lo que dificultaría el trabajo a las entidades que operan en diferentes mercados.
Razones para el optimismo
En un entorno marcado por el cambio de apetito en Europa (desde productos tradicionales, que en los últimos diez años han atraido dos tercios de los flujos hacia los fondos, y hacia productos de gestión pasiva y ETF para captar la beta del mercado de forma económicamente más atractiva, y el alfa a través de productos alternativos) y por una gran fragmentación que obliga a la consolidación de las entidades (el líder del mercado solo representa el 6% del total de sus activos y los cinco mayores aglutinan el 17% del total, dice el presidente de Efama), Dargnat es positivo con el futuro de la industria por varios motivos.
En primer lugar, porque el 43% del dinero de los inversores europeos está invertido en liquidez o depósitos, frente al 14% de los estadounidenses, lo que deja un gran margen para el crecimiento en la medida en que los inversores necesitan preparar su jubilación y batir a la inflación a largo plazo. Además, menos del 10% de los inversores europeos han invertido alguna vez en fondos, lo que subraya ese potencial. La industria de la gestión colectiva también tendrá una gran oportunidad en un entorno de cambio desde los productos de prestación definida hacia aquellos de contribución definida y en un escenario de crecimiento en el que las empresas necesitan financiación. “Estamos en el lugar y momento adecuado para convertirnos en un actor clave para financiar la economía en un entorno de desintermediación financiera”, explica.
Entre las prioridades de Dargnat para sus dos años de mandato, destaca hablar con una sola voz con reguladores y politicos –educándoles también en las necesidades de la industria-, dejar claro que hablan en nombre de los clientes, que están comprometidos con la inversión a largo plazo, mejorar la financiación de la economía creando unas buenas infraestructuras en el mercado, e impulsar las marcas UCITS y AIMF, que en su opinion “están aquí para quedarse”. En ese sentido, recordó que el 40% de las ventas de fondos UCITS ya se producen fuera de Europa y que habrá que seguir trabajando para fortalecer la marca frente a posibles competidores que se fraguan en el mercado asiático. “Aún tenemos tiempo pero tenemos que mantenernos vigilantes sobre los posibles competidores”. Con respecto a la industria de fondos en España, mencionó la ventaja competitiva y oportunidad de negocio que tiene en Latinoamérica.