La encuesta de asignación de activos e inversiones de las pensiones privadas en España, correspondiente al cierre del primer trimestre de 2018 revela un incremento de la asignación a renta variable de más de 2 puntos porcentuales y una reducción en renta fija por debajo del nivel del 50%.
Según el último Barómetro de las Pensiones Privadas en España realizado por Fondos Directo, la corrección sufrida por las bolsas desde finales de febrero hasta primeros de abril ha sido un factor que ha sido visto como una oportunidad de compra por un buen número de gestoras. El posicionamiento agregado en activos alternativos se mantiene bastante estable respecto a trimestres anteriores y se registra una ligera disminución en la exposición a liquidez hasta un 4,7%. Se anticipan pocos cambios en esta asignación de activos a corto plazo (próximos tres meses).
«El aumento de la exposición a renta variable hasta el 41% sitúa a esta en máximos desde el año 2015. El incremento se concentra como pudiera esperarse en bolsa de la zona euro, desde el 23,9% hasta el 26,6%, máximo de varios años ya que sigue viéndose por los panelistas como el mercado bursátil más atractivo desde un punto de vista de valoraciones relativas. La exposición en otros mercados se mantiene estable o se reduce ligeramente, con la relativamente sorprendente excepción de la bolsa estadounidense, donde aumenta un poco», explica Juan Manuel Vicente Casadevall, socio de Fondos Directo.
No obstante, la lectura de los resultados a varias preguntas en la encuesta indicaría una mejora del sentimiento hacia este activo tras la corrección de marzo y una buena temporada de beneficios corporativos. Japón pierde atractivo e inversiones y los mercados bursátiles emergentes se mantienen bastante estables, con una mejora para los latinoamericanos.
Por el lado de la renta fija la reducción de la exposición global desde el 50,2% hasta el 48,6% enmascara que la deuda de referencia para las gestoras de pensiones españolas, bonos de la zona euro, disfruta de un aumento de la exposición media agregada hasta el 44,1%, eso sí, recuperando sólo parte del camino perdido en el trimestre anterior. Los grandes perdedores son los bonos de tesoro norteamericano así como la deuda emergente que ven reducir sus asignaciones de forma significativa, probablemente al calor del temor a las subidas de tipos de interés.
Destaca también que la deuda española, como la estadounidense, registran aumentos del porcentaje de gestores que dicen situarse infra ponderados
En términos agregados la renta fija sigue perdiendo atractivo como pone de manifiesto que ningún gestor de pensiones del panel declara situarse ya sobre ponderado.
Las preguntas del trimestre acerca del sentimiento de las gestoras sobre activos alternativos ponen de manifiesto que las deudas privadas y el capital privado/riesgo son las clases de activo favoritas en estos momentos por encima del inmobiliario o las infraestructuras. «El sentimiento más favorable es hacia el private equity con una tercera parte del panel planeando aumentar su exposición adicionalmente a sus posiciones actuales», destaca Casadevall. La recuperación de los buenos resultados de esta clase de activo en el último año y las ajustadas valoraciones en la renta variable cotizada pueden estar detrás de estos movimientos.
Por otra parte, el uso de instrumentos de gestión pasiva decrece respecto a encuestas anteriores, destacando los ETFs en particular. De hecho, se observa un incremento de gestoras que planean utilizar la gestión activa en sus inversiones y esta alcanza máximos de varios años.
Estructuralmente, tanto las bolsas y los bonos emergentes, que nunca han disfrutado en España de asignaciones considerables y comparables a las de otros países, pierden incluso atractivo para el panel y un mayoritario y creciente porcentaje no piensa aumentar su exposición en los próximos doce meses.
Finalmente, el optimismo sobre la evolución de las diferentes economías mundiales se ve reducido respecto a la encuesta del semestre anterior (septiembre del 2017). La reducción es bastante más acusada en Europa y en Estados Unidos que en España, Japón o países emergentes. «Por ello, no sorprende que el apetito por la toma de riesgo en general se haya visto reducido», concluye Casadevall.